domingo, 21 de julio de 2013

Brenda Lynn Jordan: “Los dos hemos apostado todo por esta relación”

Es una mamá increíblemente sexy. Interrumpió la sesión de fotos por unos minutos para dejarse entrevistar y salió a atendernos envuelta en un diminuto camisón negro. Afuera la esperaba Gilbert Flores Justiniano, su esposo desde noviembre del año pasado, un camireño criado en Estados Unidos, con quien espera a su primer bebé.
Brenda Lynn Jordan Garafulic tiene poco más de siete meses de embarazo, su bebé nacerá a mediados de septiembre en Estados Unidos, pero ella desea que llegue al mundo el 24, para que salga cruceñazo. Partió al país del norte el jueves 18 y se quedará allá por cuatro meses y asegura que tiene el pasaje de retorno.

Todo pasó muy rápido, ¿te morías por un hijo?
La verdad es que yo desconocía las ganas de tener un hijo hasta que encontré a la persona indicada. Antes ni idea, es más, era una persona contraria al matrimonio, a compromisos serios. Siempre me decía, quizás un hijo en dos o tres años, pero los planes cambiaron de un rato a otro. Lo que siempre tuve claro es que no quería ser una mamá vieja, porque deseaba relacionarme mejor con el bebé y entender todas sus etapas.

¿Por qué querés que el bebé nazca allá?
Mi esposo y su familia viven allá, mi cuñada y mis suegros son ginecólogos. Tiene que ver con un tema de confianza, será lejos de mi familia pero más fácil para los demás, tengo una relación excelente con ellos y me siento protegida por ellos. Además, yo nací en Estados Unidos y mi mamá me contó cómo fueron las condiciones y me aseguró que quedó feliz con la experiencia.
Fuiste una chica protegida, sobre todo por tu papá, ¿cómo asumen tu partida?
Es mi decisión, y si bien ellos me preguntan por qué, saben que el bebé nacerá en las mejores condiciones, sobre todo mi madre. Más que miedo, tengo nostalgia y, si bien me emociona irme, Santa Cruz no deja de ser mi hogar y mis amigos están en Bolivia; de todos modos, mi madre y mi hermana irán a acompañarme cuando llegue el nacimiento del bebé.

¿Cómo conociste a tu esposo?
Él es médico cirujano, trabaja en Estados Unidos y viene de vez en cuando para ayudar a su padre con ganadería, ya que tienen una estancia en Beni. En una ocasión me tocó acompañar a una amiga cuando salió a cenar con alguien y él estaba invitado, se retrasó, pero llegó junto con el postre. Nos caímos bien, intercambiamos números y cultivamos una bonita amistad por tres años. Era un caballero, serio, daba mucha importancia a la familia y dije, si me caso quiero que sea con alguien como él.

Si te gustó desde siempre, ¿por qué esperaste tres años para comenzar algo?
Por el estilo de vida que él lleva, entre Estados Unidos y Bolivia. Nos veíamos un fin de semana y otro fin de semana después de dos meses, nuestra relación era por chat, por mensajes. Además, no me daba cuenta de que tenía interés en mí, fue difícil notarlo porque era un amigo muy importante para mí. Mis amigos me decían que yo le gustaba, hubiera querido que alguien me lance un ladrillo para que reaccione, pero al mismo tiempo esa es la parte bonita, que nos costó y nos llegamos a conocer bien.

¿Y en qué momento hicieron de lado la amistad?
En julio del año pasado, cuando fuimos a una fiesta electrónica en Cochabamba, yo quería irme y él me dijo que si me marchaba no tenía sentido que él se quede. Entonces se animó y me dijo que yo le gustaba, le pregunté si era una jugarreta o buscaba algo serio...a las horas estábamos hablando de familia, de matrimonio y de hijos. A la semana decidimos casarnos y a los cuatro meses, en noviembre de 2011, hicimos bendecir por la Iglesia católica nuestro amor en Estados Unidos.

¿Cuántos años tiene él y cuántos vos?
Él tiene 39 años y yo 25.

¿No es un problema la diferencia de edad?
Mis padres siempre han estado en contra de las notorias diferencias de edad, pero de Gilbert nunca dijeron nada porque llegaron a conocerlo, veían que estaba pendiente de mí y que durante mucho tiempo era solamente mi amigo. Siempre les pareció una persona sensata, sabia. Cuando les di la noticia de que me casaba, mi madre estuvo de acuerdo y mi padre, aunque fue poco expresivo, me dijo que le parecía bien.

¿Te casarás por las leyes bolivianas, junto a tus amigos y familiares de Bolivia?
Teníamos la idea de hacer un matrimonio civil en la playa, estábamos planificando todo, pero lamentablemente me enfermé y perdí hasta los pasajes y lo invertido, pero pensamos celebrar en Bolivia el próximo año, junto a toda mi familia y amigos de aquí.

¿Ya tenés el nombre para tu bebé?
Aún no sabemos el sexo y no queremos saberlo hasta que nazca, queremos que se mantenga como sorpresa hasta el momento del parto.

Tengo como diez opciones de nombre por sexo, pero esta semana iré reduciendo las opciones para cuando llegue.

¿Por qué no querés saber el sexo de tu bebé?
Mi suegro, que es ginecólogo, nos ha enseñado que al bebé hay que transmitirle tanto los valores masculinos como femeninos cuando todavía está en el vientre, a través de los pensamientos de la madre y, lamentablemente, cuando se conoce el sexo del niño, los mensajes comienzan a cambiar.

Y entonces ¿cómo hiciste para los regalos que te dieron en tu baby shower?
Me regalaron prendas en rosado y celeste, pero eso no importa, es lo de menos.

¿Qué harás con las prendas rosa si tu bebé nace hombre o con las celestes si nace mujercita?
Las guardo para el que venga (risas). Para nosotros lo único importante es que el bebé nazca con una personalidad equilibrada. No me inclino por alguno de los dos sexos, solo sabemos todos que es un bebé muy esperado, muy querido.

Tenés 25 años, ¿realmente has pensado cómo te cambiará la vida?
Siempre he sido una persona muy relajada, quizás no he caído en cuenta de cómo ocurrirán los cambios, pero más que pensar en que me podría tocar renunciar a ciertas cosas, siento que nos va a complementar, que nos traerá alegrías, para mí esa es la forma correcta de tomar las cosas, no deseo transmitir algo negativo a mi bebé.

¿Cuáles son las expectativas de tu relación con Gilbert?
He apostado todo por esta relación, nada podrá hacerla caer y lo más importante es que ambos sentimos lo mismo. Cuando salgo en algún lado, como en estas fotos, a él le encanta y me apoya”

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