sábado, 26 de marzo de 2016

“Crucero” de Chanel se va a Cuba


Hay tradiciones que no se deben incumplir, Karl Lagerfeld se decanta por La Habana para presentar su próxima colección Crucero el próximo mayo.

Una vuelta al pasado -a sus clásicas perlas y a su tweed imbatible- que es, en sí, un fashion statement: la moda debe volver a sus orígenes y, a la vez, renovarse. Por ello el kaiser propone en este desfile de otoño-invierno el regreso del bowler hat, pero XXL; el traje de chaqueta, pero combinado con denim, y sus clásicos broches, pero en versión emoji. El equilibrio perfecto.

El kaiser ha querido recuperar el espíritu de Coco Chanel recreando el estudio de la diseñadora y las presentaciones que hacía en el número 31 de Rue Cambon: inmensas filas de sillas doradas dispuestas de tal forma que todo el mundo estuviera en el front ¿quién iba a decir que el de Chanel sería el desfile más igualitario de la semana de la moda de París?) han provocado que cada modelo tuviera que caminar cerca de nueve minutos. Menos mal que en esta ocasión Chanel ha descartado los tacones para apostar por botas negras de piel a la rodilla: un contraste adecuado a los exagerados bowler hats que coronaban la mayoría de los outfits. Vaticinamos que serán el imprescindible excéntrico de la temporada: con una correa lateral para ser transportados y la tradicional camelia de Chanel, los sombreros volverán a nuestros armarios en invierno.

Lagerfeld recupera los collares de perlas, no renuncia al impertérrito tweed -aunque lo tiñe de rosa chicle y lo combina con denim en un guiño a los años 80 de la maison-, alterna impermeables y gabardinas en beige y negro, hace un guiño a la modernidad con tachuelas en jerséis de punto y emojis de strass (el signo de la victoria y el gato, en honor a la gata de Lagerfeld, Choupette) e impulsa la lentejuela como clave para la noche. Eso sí, con sudadera atada al cuello y largos guantes de piel. Clásico, pero con un twist. Como era Coco.




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