lunes, 4 de abril de 2016

Cindy Crawford, medio siglo de glamour

“Quiero honrar y reconocer la chica que fui una vez, mientras abrazo la mujer que soy hoy en día, e incluso busco a la mujer sabia en la que podría convertirme en las próximas décadas”. Esta máxima, que publica en su libro autobiográfico “Becoming”, escrito junto a Katherine O´Leary, es toda una declaración de intenciones de la modelo y actriz que cumplió 50 años con la intención de centrarse en sus negocios y su familia.

Cindy Crawford lleva más de treinta años codeándose con las mejores, el grupo de “top-models” y hasta se convirtió en la auténtica “Pretty woman”, al casarse con el entonces galán número uno: Richard Gere.



Cincuenta admirables años

A sus 50 años Cindy ha decidido apartarse del mundo de la publicidad y la moda, y dedicarse a sus negocios, que tiene muchos, porque desde que empezó a tener éxito ha sido una auténtica emprendedora.

Pero sus comienzos no fueron fáciles, porque Cindy tuvo un par de experiencias traumáticas que transformaron su vida y, sobre todo, la dieron la experiencia para acometer todo los que ha realizado, con una fuerza y unas dosis de intensidad máxima: “creo que el secreto del éxito debe estar fundamentado en el esfuerzo”, comentó en una de sus primeras entrevistas en los años 80.

Cynthia Ann Crawford nació en Illinois, Estados Unidos, en 1966, y cuando tenía once años vivió su primer drama, porque su hermano pequeño, que tenía solo tres, murió víctima de una leucemia. Este dramático suceso familiar incidió negativamente en la familia y, a la edad de 16 años su padre les abandonó y a Cindy le tocó madurar de manera muy rápida.

Cindy se presentó a un casting de la agencia de modelos Elite Model Management de Chicago, donde consiguió ganar. Tenía tan solo 17 años y terminó aparcando una beca para estudiar Ingeniería Química en la Universidad de Northwestern, por el mundo del modelaje. Con la carrera encauzada, Cindy se marchó a Manhattan, donde triunfó muy pronto y firmó con Elite Nueva York, tras lo que vino un contrato suculento para la compañía Revlon y otro con la cadena estadounidense MTV en la que le dieron el programa “House of Style”.

El rostro de la bella estadounidense de metro setenta y cinco de altura y de cabellos y ojos castaños, triunfó en todo el mundo durante los 80’s y 90’s; ha desfilado por las pasarelas más famosas y fue imagen de firmas de cosméticos, grandes compañías de relojes, refrescos, etc. Fue uno de los grandes referentes de belleza de aquellos años luciendo su figura, excepcional y un lunar característico e que siempre ha sido signo de identidad.

Crawford también tiene una importante producción de vídeos, dedicados al “fitness” y también hizo una incursión como acompañante perfecta para vídeos musicales, como “Freedom 90” para George Michael y su reciente participación para el video de su amiga Taylor Swift, titulado “Bad blood”.



Amor y familia

Corría el año 1991 y Cindy estaba en la cresta de la ola. Todo lo tenía a su favor y eran años de bonanza en lo económico y personal y llegó él, se había estrenado unos meses atrás “Pretty woman” y todas las mujeres suspiraban por Richard Gere. Tras un corto noviazgo, belleza y glamour se unieron por amor. La guapa tenía 25 años y el actor 42.

“De joven yo vivía guiada sólo por la pasión. En un momento de tu vida eso te llega a consumir mucho”, comenta en el libro Crawford y eso fue un poco lo que les ocurrió, con el añadido de la diferencia de edad. Y en la revista ELLE Francia declaró: “El final de mi matrimonio –con Gere- fue un hecho que me marcó. Había vivido todo como un cuento de hadas. Todos queremos saber que se siente al tener un amor como el que se ve en las películas, pero no siempre es así. Mi divorcio me destruyó y me llevó a aprender a ver todo de una forma más realista”.

Tanto, que tuvo que buscar ayuda de un profesional para superar el trance y Crawford cuenta a la revista que el psicólogo le fue de gran ayuda porque le abrió a la reflexión al preguntarle si quería un alma gemela o un esposo. “Porque no es exactamente lo mismo. Un marido es una persona que da estabilidad, alguien con quien se puede formar una familia”, comentó.

Se divorciaron en 1995 y se volvió a casar, en 1998, con el empresario Rande Gerber. La pareja es feliz y tienen dos hijos: Presley Walker y Kaia Jordan. Ahora, al cumplir el medio siglo, la guapa Cindy ha declarado a través de la red social Instagram: “Cada año les digo a mis hijos que me retiro. Es una broma recurrente en nuestra familia. Pero cada año surgen nuevas oportunidades que llaman mi atención. Si bien es cierto que estoy deseando concentrarme en mis negocios, mis amigos y mi familia, no estoy diciendo que este sea el final. Me fascina haber formado parte de la industria de la moda durante los pasados 30 años, y si el tiempo me ha enseñado algo es a no decir nunca jamás. Gracias por todo el apoyo”.

Conociendo su trayectoria, su gran actividad y su determinación, Cindy Crawford siempre estará entre las grandes modelos y vinculada a un mundo que le fascina. Su hija Kaia, con tan sólo 14 años, ya ha participado en su primera campaña de moda. Una digna sucesora de su madre.

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