sábado, 14 de mayo de 2016

El look monocolor

Beige, gris, negro... El que sea, pero sin interrupciones. Así llevan las chicas del momento el outfit más sobrio (y también el más cool)

Para el día. La sobriedad no tiene por qué ser aburrida: un top único, con volantes exquisitos, es lo necesario para un look inesperado y chic.

Cuestión de texturas. Otro recurso para que el look monocolor funcione es mezclar distintas texturas que consigan acentuar ciertos matices de color y que le den profundidad al conjunto. Y en invierno es aún más fácil: lana, cuero, punto, algodón...

Dos tonos de beige. Si, son dos tonos distintos de beige, pero ambos son beige, al fin y al cabo. Y Gigi Hadid no se sale ni un ápice del guión de color, llevándolo a sus máximas consecuencias (zapatos y maquillaje incluidos).

El nude, por Gigi. Gigi impartiendo una clase magistral sobre qué significa ser sexy hoy –un vestido de satén con la abertura justa, por ejemplo– y demostrando que el nude nunca, nunca, nunca volverá a ser aburrido.

Verde militar. Atreverse con un total look en nude, blanco, gris o negro es fácil. Todos ellos son discretos, fáciles y accesibles. Pero atreverse con el verde... Esa es otra historia. Kendall lo hace (bolso incluido) y consigue un outfit de raíces 70´s, fresco y sofisticado.

Un tip de estilo. Uno de los tips de estilismo favoritos (y más efectivos) de Kendall es aplicar el total look en materia cromática sin reservas, incluyendo bolso, zapatos y maquillaje. Y un detalle: el pico de la camisa despreocupadamente por fuera no es un accidente.

En versión oscura. De nuevo la protagonista con una prenda larga satinada con una abertura de infarto. Aunque en esta ocasión, al mezclarla con un jersey de punto grueso y cuello vuelto, el look recuerda un poco a la estética sobria y súper cool de las gemelas OIsen.

El gris, por Kendall. De nuevo Kendall en versión classy, y dedicando por completo su look a un único e irreductible color: el gris piedra. Kendall tiene un gran repertorio de prendas limpias y de carácter minimal pero con un twist que a veces se traduce en un patrón inesperado o un detalle ornamental inusual. Y no hay nada más eficaz que optar por la discreción cromática para fijar la atención en lo que de verdad importa.

El blanco, por Gigi. Otro ejemplo más de la versatilidad de Gigi cuando se trata de la estética deportiva: vaqueros rotos, sudadera estudiadamente metida (un poco) por dentro y zapatillas estudiadamente distintas al color imperante en el resto del look.



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