miércoles, 28 de diciembre de 2016

Lencería, objeto fetiche que abraza la feminidad



El rojo, es el color de la Navidad por excelencia. En estas fechas, mires dónde mires, el carmesí inunda escaparates, mesas, árboles navideños y lencería, un color que aporta notas sexys y festivas.

El verde es el color ideal para las que huyen de los tópicos y desafían cualquier superstición esta temporada. No sólo de rojo vive la Navidad, Passionata propone un conjunto lencero verde musgo en una época en la que la lencería toma especial relevancia e incluso muestra su cara al exterior.

No es nuevo lucir ropa interior en público, ya en 1990 la artista Madonna mostró de manera soberbia un provocativo bustier firmado por Jean Paul Gaultier.

Después llegó Kate Moss y exhibió bragas y sujetador bajo la bandera de la moda “grounge”. En ese momento los diseñadores se atrevieron con los vestidos lenceros, una idea que, temporada sí, temporada no, se pone de moda.

Una mujer se viste de dentro hacia fuera, por eso es muy importante elegir bien la ropa interior adecuada, saber qué sienta bien.

“Ahora, a la mujer le gusta combinar la lencería con la ropa exterior, invierten en conjuntos que le hagan sentir bien y que puedan conjugar en función de sus planes”, explica Nuria Sardá, directora creativa de la firma Andrés Sardá.

Con esta idea, la diseñadora ha creado una línea en la que mujer que se ponga una de sus prendas sienta que su autoestima aumenta.

“Trabajamos con la idea de que la mujer se sienta bien, segura de sí misma, más guapa, que realce la parte que más le agrada de su cuerpo, que realmente viva un subidón que, aunque nadie lo sepa, ella se sienta a gusto consigo misma”, añade la diseñadora.

La frontera entre lo íntimo y lo público se difuminan, Dita Von Teese defiende una moda con su momento de visibilidad y su nota erótica.

La belleza en las zonas ocultas

“La verdadera elegancia se halla en las zonas ocultas a la vista”, decía el maestro Christian Dior y, bajo esa filosofía, las nuevas firmas de lencería lanzan colecciones atractivas y sensuales, pero antes de dejarse seducir por la belleza de unas piezas es importante probarla por motivos estéticos y también de salud.

Aunque está de moda comprar por internet, y cada vez son más las mujeres que adquieren lencería sin probarla, los médicos recomiendan no jugar con la talla de sujetador y buscar un modelo confortable.

El sujetador es un aliado, su función se sujetar, así que no debe presionarte ni dejar marcas en la piel. A la hora de elegir la talla, se debe de tener en cuenta el contorno, la copa y que se sujete a mitad de la espalda, no a la altura de los omóplatos.

La diseñadora Roser Samon, artífice de la firma “Promise” es conciente de la importancia de unas buenas prendas interiores para realzar la figura cuando la mujer está eligiendo un vestido de fiesta.

Se debe apostar por el modelo que mejor se adapte al tipo de pecho, el universo de la lencería en infinito.

Esta temporada está de moda el body, en una versión clásica, es decir con aire “vintage”, en tonos que van, desde el rosa empolvado al negro, pasando por el melocotón, hueso, berenjena o verde musgo.

Por otro lado, también surge la lencería pin-up, piezas divertidas, con cierta picaresca alta de cintura y con ligueros también altos.

Antes de elegir es importante saber qué ropa se va a poner. “Cada tipo de vestido requiere un sujetador o una shapewear (o fajita)”, añade Samon.




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