De acuerdo a las comerciantes, son las mujeres las que más adquieren los complementos de vestir, tanto para ellas como para sus esposos o parejas y en algunas oportunidades los varones adultos son quienes buscan comprar ternos o sacos, siendo estos complementos no esenciales para vestir, tomando en cuenta que la ropa es utilizada más para actos sociales y no para trabajar.
“Hace cuatro años de seguro que lo que más se vendían eran las botas de trabajo, pantalones, tenis, poleras y chamarras tanto para el invierno, otoño o verano, pero como la gente asiste a eventos sociales que se realizan en sus comunidades, barrios y entre su familia, es por eso que ahora se vende esas prendas, incluidos en ellos los cinturones, relojes y sombreros para los adultos”, explicó Clotilde Huanca, una de las comerciantes.
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