Primero, lleva siempre al niño para comprar el calzado luego de un día de actividad, ya que el pie estará más hinchado. Siempre hay que probárselo con medias y medir ambos zapatos, además de permitir que camine un buen tramo dentro de la tienda para sentirlo mejor.
El calzado debe ser de cuero y suave, pues permitirá una adecuada respiración y mayor movilidad. Las puntas deben ser amplias, jamás en punta, pues los dedos así podrán estar cómodos y se evitan malformaciones. La suela debe ser de goma, no de plástico, y con la huella marcada. La lengüeta siempre debe ser acolchada para no lastimar y el talón debe ser firme, pero no duro.
Colores y tamaño
El negro y el marrón combinan con todo. Trata de que el zapato no apriete ni quede demasiado suelto. Debe ser lo suficientemente holgado para que el pie respire.
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