Colores como el rojo, el amarillo, el verde, el negro fueron protagonistas del laboratorio de moda, en cortes versátiles y muy elegantes. Abrigos de pieles, vestidos, trajes de dos piezas, jerséis con decorados geométricos y faldas de líneas rectas.
Giorgio Armani apostó por una colección femenina destacando el negro, aunque dejó paso a otros colores como el rojo, el gris, el azul y el violeta.
Entre las propuestas de Gucci para su colección femenina, también se incluyeron las transparencias para vestir desde camisetas de tirantes y escotes de infarto, hasta blusas de manga larga con un lazo negro en el cuello.
Mientras que la diseñadora Donatella Versace puso a desfilar sus vestidos amarillos limón, pantalones verdes, vestidos cortos, ceñidos a la silueta y sin mangas, tanto verdes como amarillos y rojos, o vestidos largos negros con faldas vaporosas.
“Yo hago branding, todo el tiempo. Es a lo que me dedico” reconocía Donatella Versace en una entrevista concedida unos días antes de presentar su nueva colección de otoño-invierno 2015-16. “Mi hermano Gianni desapareció hace 18 años y todos nuestros esfuerzos se centran en que Versace siga siendo relevante en el siglo XXI” continuaba Donatella, seguramente en referencia a la nueva simbología de la firma: los hahstags y arrobas. Símbolos estampados y bordados en la ropa junto a la clásica cenefa griega de la casa de la medusa, que reflejan la voluntad de Versace de reforzar su estrategia digital y consolidar su presencia en las redes. Hacer tanto ruido como ya hacen otros compatriotas (véase Jeremy Scott en Moschino).
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