La fiesta marca también la apertura de la exposición de primavera del MET, que este año gira en torno a la tecnología, bajo el título 'Manus x Machina: Fashion in an Age of Technology', patrocinada por Apple. Por ello, los invitados tenían que vestirse de acuerdo a la temática, lo que llevó a Taylor Swift a enfundarse en un vestido que parecía traído del futuro y a calzar unas sandalias calificadas como bondage-like, por los expertos de Vogue.
Los periodistas no pueden seguir lo que ocurre dentro de la gala, así que lo mejor sucede sobre la alfombra. A la seis de la tarde llegó Anna Wintour, con un vestido de Chanel, color crema.
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