miércoles, 28 de diciembre de 2016
Iris Apfel, ícono de la moda
A los 95 años, Iris Apfel no solo ha colaborado con una de las más grandes tiendas en París, “Le Bon Marché”, sino que también ha sido elegida embajadora de la marca francesa de autos Peugeot. Su estilo único de vestir y su elegancia no dejan de sorprender a las nuevas generaciones.
Nacida en 1921 en Nueva York, su nombre verdadero es Iris Barrel. Fue hija única de Samuel Barrel y su esposa Sadye, ambos judíos. Iris estudió Historia del Arte en la Universidad de Nueva York. También asistió a la Escuela de Arte de la Universidad de Wisconsin.
Comenzó su carrera como diseñadora de interiores antes de fundar una empresa textil junto con su marido, Carl Apfel, con quien viajó por el mundo en busca de las telas más extraordinarias.
Entre otros prestigiosos clientes que confiaron en su sentido de la decoración figuran la legendaria actriz Greta Garbo y la Casa Blanca, que comprometió a Iris para que renovara la oficina de nueve presidentes estadounidenses.
RAZÓN N° 1
Me enseñó la diferencia entre la moda y la elegancia. La moda se compra, es accesible a todo el mundo. La elegancia la produce uno mismo. Ella dice que el problema es lo “casual”, que está llevado al extremo. Todos vamos caminando por la calle vistiendo igual.
RAZÓN N° 2
Se puede combinar y vestir con ropa vintage (antigua). Ella opina: “Los jóvenes diseñadores no pueden cortar ni coser, o incluso ajustar el dobladillo. Envían todo en China. Todo está tan mal hecho. Las generaciones más jóvenes no tienen ninguna referencia. Ellos no saben cómo una prenda debe ser confeccionada, entonces lo aceptan todo”.
RAZÓN N° 3
No perder de vista la curiosidad y el humor. Ella afirma: “Los jóvenes que hablan de moda hoy en día están obsesionados con la idea de tener una receta para el estilo. Quieren fórmulas prefabricadas. La preocupación es que no hacen nada sin su teléfono. No tienen ninguna curiosidad, ni sentido del humor. No se puede tener una vida sin humor y curiosidad. Estos son los dos regalos más hermosos que Dios nos ha dado al nacer
RAZÓN N° 4
Aceptar los años que se tiene. Iris Apfel dice: “Estoy muy agradecida por todos los años que Dios me da. Hice un discurso recientemente en una fiesta de cumpleaños de 65 años y dije que para mí era como asistir a un baby shower. No veo el problema en cumplir años y estoy muy en contra de la cirugía plástica si no es necesario. Es una bendición para las personas que han tenido un accidente, o nacieron con la nariz de Pinocho. Pero si es solo para borrar algunas arrugas, y salir con la cabeza de un Picasso, de ninguna manera. Al final, pagar tanto para lucir todas la misma cara… Una noche, en Palm Beach, mi marido se acercó a mí y dijo: ‘Cariño, aquí eres la única con tu propia cara’”.
RAZÓN N° 5
No hay edad para sentirse bien. Ella comenta: “Hay una generación de mujeres de 65 a 80 años de edad que tienen dinero, tiempo libre, jubiladas y que les encanta comprar ropa. Durante años escucho decir: ‘¡Mi Dios, no encuentro nada para ponerme!’. Recuerdo que mis amigas estaban llorando, literalmente, ¡porque no encontraron el vestido de noche con mangas! Cuando se trata de las mangas puede volverse una obsesión. Mi marido bromeaba al respecto; me dijo: ‘Cariño, si te compras un vestido de 15.000 euros se tiene derecho al juego de mangas, ¿verdad?’. Le respondí: ‘Sabes, si tuviera el tiempo y un poco más de dinero, me gustaría abrir una tienda en la avenida Madison y que yo llamaría Sleevs (mangas, en inglés). ¡Tendría un éxito loco!’. Usted sabe, por supuesto, hay una edad en que no se debe agitar demasiado violentamente los brazos, ya que cuelgan”. •
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