jueves, 26 de marzo de 2015

El eterno vaquero

Es el tejido rey; un material imbatible de éxito planetario que no admite réplicas. De arriba a abajo el look se viste de vaquero. Y acepta infinidad de giros estéticos, del cool e informal al sofisticado y elegante.

La historia de sus orígenes es una letanía repetida ad infinitum. Con un eje de coordenadas que arranca en Nîmes, salta a California y estalla en mil pedazos alrededor del mundo. Tampoco faltan los nombres propios, como Levi Strauss; ni su adn funcional, siendo un material muy resistente –del que se hacían las velas de los barcos, y que vistieron teñido de índigo los buscadores de oro. Después vino el estatus de icono de la juventud, con el James Dean de Gigante y Rebelde sin causa. Y se mantuvo otra década como estandarte de la libertad, sobre ilustres perchas como la de Janis Joplin y John Lennon. Para los ochenta ya estaban en primera línea de fuego Madonna y Samantha Fox, exuberantes dentro de pequeños shorts de talle alto.

De los noventa fue el grunge –que los rompió, pero los siguió utilizando. Y nadie los lució mejor que la fresca y carnal Drew Barrymore. En las esferas de la moda fue la década del Gucci de Tom Ford, y el vaquero se encontró con los remates de plumas y los motivos indios. Un paso más en su ascenso a la gloria. Se bajó el talle, se estrechó en la pierna y de desbocó en la campana para dar la bienvenida al cambio de siglo y Victoria Beckham se doctoró cum laude en el arte del jean. 2015 arranca con esa princesa del pop que es Rihanna vestida de arriba a abajo en el vídeo Four Five Seconds. Y tampoco ha faltado entre el selecto álbum de looks que nos dejan las semanas de la moda. Parece pues que el legado denim revalida, al menos, una temporada más.




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