El diseño de 6.000 perlas de Calvin Klein, valorado en 150.000 euros, fue robado de la habitación de la actriz aprovechando su ausencia.
Fue uno de los vestidos más admirados, aplaudidos y alabados sobre la alfombra roja de la pasada gala de los Oscar.
Esta historia muy cinematográfica terminó con el ladrón devolviendo el vestido después de que le dijeran que las perlas... eran falsas.
El vestido fue encontrado horas después en el Hotel London, de West Hollywood. Según la web TMZ, informa WWD, el ladrón se puso en contacto con ellos para decirles que sabía dónde encontrarlo. Les dijo que le había arrancado dos perlas, que las había llevado a la zona textil de L.A. para que un experto las viera y que le habían dicho que no eran reales. Así que, el ladrón se volvió con sus dos perlas por donde había venido, metió el vestido en una funda y lo dejó en el baño de una habitación del hotel.
TMZ contactó con la policía para darle todos los datos que les había proporcionado el supuesto ladrón y los hombres del sheriff encontraron el vestido robado exactamente donde les habían dicho.
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