sábado, 13 de agosto de 2016

Ona Carbonell, una sirena de Swarovski en Río



Ona Carbonell, doble medallista olímpica en Londres 2012, volverá a sentir el nerviosismo de los debutantes en Río de Janeiro. Pese a su experiencia en la competición, ese calificativo la seguirá definiendo: en su faceta de diseñadora de moda sí se estrena en unos Juegos Olímpicos.

La barcelonesa, de 26 años, es la creadora junto a sus profesores y compañeros de la Escuela ESDi de los dos bañadores que tanto ella como Gemma Mengual lucirán en los ejercicios libre y técnico en la ciudad carioca. Allí, la sincronizada española quiere volver a brillar tras haber logrado dos preseas en Pekín y dos en Londres.

Además de la ejecución y dificultad de los elementos, los jueces tendrán en cuenta la expresividad y otros condicionantes estéticos.

Es ahí donde entra la Carbonell diseñadora, "ilusionada" y "nerviosa" ante la "especial oportunidad" que los Juegos de Río le ofrecen para exhibir su creatividad sobre la licra de los bañadores.

"Llevo desde los Mundiales de Barcelona 2013 diseñando los bañadores. Los he hecho para dos Europeos y dos Mundiales, pero hacerlo para los Juegos es algo que me hace mucha ilusión", comentó a EFE la inquieta nadadora catalana.

Los rayos de sol colorearán los días 14, 15 y 16 de agosto la piscina descubierta del centro acuático María Lenk, donde se desarrollará la natación sincronizada durante los Juegos de Río 2016, pero también los Swarovski y las lentejuelas que adornan las dos vestimentas del dúo olímpico español.

"Están diseñados de acuerdo a la temática que queremos expresar en cada rutina. La música del técnico es sobre las formas del agua y entonces el bañador expresa unas olas", señaló Ona Carbonell.

"Los tirantes son como los rayos, los colores son azules y plateados y el patrón es diferente porque tiene toda la espalda al descubierto con muchísimos tirantes en diferentes direcciones. La diferencia en éste es el patrón y el brillo que tiene", abundó.

La música flamenca del Concierto de Aranjuez conduce, en cambio, el ejercicio libre. El bañador, aquí, estará "inspirado en una peineta" con sus juntas coloreadas de negro, rojo y dorado.

Con estas dos creaciones se examinará Ona Carbonell fuera de la pileta. Dentro, el desafío volverá a ser conseguir medalla tras haber sumado dos en la cita londinense de 2012.


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