Una de ellas fue Shirley Mallmann, que, en un desfile de ropa de playa de Lenny Niemeyer, dejó ver marcas ,aparentemente, de celulitis en sus glúteos, mientras otra modelo llamó la atención en el desfile de Cantão por su extrema delgadez, que le marcaba en el pecho la estructura ósea.
Según algunas modelos, no hay nada de anormal en lo que se vio en el Fashion Rio y lo que sucede es que algunas ropas se ven mejor en cuerpos delgados, de ahí la preferencia por las flacas.
La modelo Bárbara Fialho, de 25 años, considera que más allá del impacto visual que pueda producir el físico de algunas de sus colegas, casi todas son saludables y practican ejercicios, como atletismo o yoga para mantenerse en forma.
"Hay que tener en cuenta que algunas modelos son muy jóvenes. Yo, por ejemplo, cuando tenía 16 años, era bien delgada", explica.
ROBUSTAS La diseñadora Jacqueline Di Biase, de la marca Salinas, señala que si pudiese escoger las modelos para sus creaciones, optaría por mujeres con un biotipo más robusto.
"Prefiero las chicas que tienen un aspecto más saludable, sin embargo, existe un patrón porque ellas no desfilan sólo moda de playa", explica.
Según Di Biase, "son las agencias las que seleccionan las modelos y ofrecen las opciones a los diseñadores", con lo cual no tienen mucho margen para escoger.
Las modelos rechazan también las críticas a su alimentación, que suele estar basada en dietas rígidas y aunque suelen esconder el hábito de fumar, entre los bastidores de los desfiles, es común ver a algunas de ellas con el cigarro en la mano.
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