Parte de mi relación amor-odio con la Navidad se debe a que siempre me ha parecido egoísta cortar un pino que creció muchos años para ponerlo un mes en la sala de tu casa y tirarlo a la basura.
Me quedo más tranquila cuando encuentro formas en que este montón de pinos pueden reciclarse para dar vida a algo nuevo como esta colección de ropa interior de la diseñadora francesa Sophie Young.
Young convierte las agujas de pino en lencería, haciendo resaltar la belleza de la mujer por medio de la naturaleza. Los pinos ven una vida nueva en estas piezas que tienen un acabado de seda y la tela es igual de delicada que ésta. Nada que ver con el toque espinoso de los árboles.
La tela que resulta de este proceso es una especie de viscosa similar a la que se obtiene de la madera regenerada. Las agujas del pino son regeneradas para obtener este material para luego teñirse con tintes no tóxicos y amigables con el medio ambiente.
El proceso de fabricación es impresionante, la madera se rompe gracias en enzimas y luego se convierte en una masa de la que pueden extraerse las fibras. Este proceso puede tardar algunos días. Posteriormente, las fibras se montan con un proceso tradicional para después convertirlas en sensuales prendas.
Por estar compuestas de fibras naturales, esta lencería sostenible es más higiénica por la forma en que circula el aire a través de ella. Al igual que el algodón, estos materiales reciclados absorben el doble de humedad, lo que mantiene alejadas a las bacterias.
Definitivamente esta es una forma en la que sí llevaría puesto un árbol de Navidad. Todo el proceso de fabricación de estas prendas se hace en Francia y Tunisia y puedes ver la colección completa en Do You Green.
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