lunes, 18 de mayo de 2015

“ROMANI DESIGN”, UNA EXQUISITA FUSIÓN GITANA

Tender un colorido puente de ida y vuelta hacia la cultura gitana es la idea con la que la diseñadora húngara de origen romaní Erika Varga han creado su marca de moda que se nutre de los motivos tradicionales de su infancia.

"Creo que la moda es una herramienta para poder hablar de las bellezas, riquezas y profundidades de la cultura gitana", asegura la directora y fundadora de la marca "Romani Design".

Cinco años después de lanzar su propia línea de ropa, Varga está viendo cómo se ha cumplido su sueño de llegar a mucha gente, incluso más allá de las fronteras del país centroeuropeo.

Sus colecciones se venden no solo en Hungría sino también en países como Alemania, Bélgica e incluso en la India, donde "la gente es muy abierta y tiene curiosidad", cuenta en declaraciones a Efe.

"Ven los valores de las prendas y entienden que se trata de artículos de diseño y de buena calidad", asegura Varga de 45 años y joyera de formación.

Sus prendas se complementan con bolsos, pulseras y otros accesorios, diseñados por su hermana Heléna, siguiendo la misma línea artística.

En sus colecciones, Erika Varga combina textiles antiguos gitanos que adquiere en el interior de Hungría con telas de alta calidad.

Con ellas, crea prendas en las que dominan el negro y blanco pero con decoraciones típicamente romaníes, con muchos colores y flores.

Últimamente Varga se han centrado en el tradicional mandil gitano, "una prenda muy importante" y cuya decoración es algo que las madres romaníes enseñan a sus hijas a tejer desde pequeñas, explica la diseñadora.

Aunque sus prendas recuerdan las tradiciones gitanas, la marca Romani Design "no produce ropas auténticas sino modernas", explica la creadora que lleva años divulgando los valores de la cultura romaní en su país.

Premiada en el año 2012 con el título de "heroína del año" por la revista de moda estadounidense "Glamour", Varga pretende tender un puente entre las comunidades gitanas y no gitanas.

"Todo esto está vinculado con la integración de los gitanos. Es importante que los jóvenes gitanos vean que pueden ser exitosos asumiendo su identidad", asegura.

La diseñadora, que se califica como "una mujer conscientemente gitana", no está de acuerdo con aquellos que dejan atrás sus tradiciones y su identidad, aunque asegura entender sus motivos.

Es que la integración gitana es una perenne tarea pendiente en Hungría, donde el ya tradicional rechazo al pueblo romaní se agudizó mucho más todavía tras la crisis económica y social de 2008, con un aumento de discursos racistas, principalmente desde el partido xenófobo y ultraderechista Jobbik.

En el último censo del año 2011, unos 315.000 de los 10 millones de habitantes de Hungría se identificaron como gitanos.

Sin embargo, muchos sociólogos estiman que el número verdadero ronda más bien el medio millón de personas o más incluso, de los que una gran mayoría viven en condiciones de pobreza ante la falta de integración y empleo.

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