La nueva temporada se nutre de estilismos atrevidos, femeninos y sensuales, que no pierden de vista el patronaje masculino y nacen con la vocación de vestir a la mujer elegante a la par que casual.
El resultado son novedosas piezas confeccionadas en tejidos de ultima generación, que dan vida a originales formas y texturas confortables y agradables.
Un año más, el estilo “boho” y los aire hippies se instalan en el armario femenino con vaporosos vestidos, amplias túnicas y prendas con toques campestres y bucólicos que invitan al relax.
Los chalecos, las sandalias de cuero, los sombreros de paja y los bolsos grandes colgados al hombro, se encargan de revitalizar el aire “vintage” de las prendas de esta temporada.
Pero hay que distinguir entre el estilo “boho” y el hippy. Si en el primero se mezclan prendas campestres, bohemias, hippies y étnicas, bien sean de la cultura árabe o de los indios navajos, en el segundo admite vestido largos hasta los pies, pantalones de pata de elefantes, zuecos de maderas, camisetas con frases reivindicativas y rebecas de croché.
Alberta Ferretti, Isabel Marant, Chloé o Emilio Pucci son algunos diseñadores que han reeditado el espíritu de estas dos tendencias pasadas, con vestidos flotantes.
La falda evasé
Esta falda nació en los años 60, en plena explosión “mod”, pero se popularizó en los 70 con aquellas típicas blusas de cuellos interminables.
Este temporada la favorita se presenta en versión mini, abotonada por delante y confeccionada en tela vaquera o ante, al estilo de las propuestas por Louis Vuitton, Alexa Chung o Gucci.
Divino ante
Pero aunque el denim es el rey, el ante adquiere protagonismo y vuelve con fuerza para reinterpretar “trench”, chaquetas americanas de un solo botón, bermudas cortas e, incluso, camisas.
Un tejido que los estilistas combinan con texturas naturales como el algodón, el lino o la seda, hasta crear estilismos románticos y “chic” como los ofrecidos esta temporada por Ralph Lauren o Altuzarra.
Estampados y noches estrelladas
En cuestión de estampados, se imponen las rayas, combinadas entre sí en distintos colores y grosores, prueba de ello son los coordinados de Balmain, Alexander Wang o Marc Jacobs.
También adquieren poder los tejidos con motivos de estrellas como ya adelanto Karl Lagerfeld y Dolce & Gabbana. Este “print” invita a soñar a la mujer con las propuestas de Valentino, Saint Laurent, Tommy Hilfiger o Stella McCartney.
Denimanía
La tela vaquera, también llamada “denim”, que se instaló hace años en el guardarropa más informal, da un paso más y eleva su fuerza a vestidos acampanados o americanas.
Parecen que los años no pasan por este tejido, es más, cada temporada renace, se reinventa y muestra su poderío en prendas versátiles, ponibles, cómodas y atractivas, como las creadas para esta temporada por Balmain, Chanel o Miu Miu.
En realidad, esta prenda desde su nacimiento no se ha ido. Es más, ha crecido y se ha afianzado. Su historia se remonta al siglo XVIII en Nimes (Francia).
En aquella época era una sarga -tela cuyo tejido formas unas líneas diagonales- en tonos azul marino. Esa tela saltó a América y resultó fantástica para fabricar pantalones resistentes, duraderos y aptos para trabajar al aire libre, sobretodo, para los buscadores de oro y los granjeros.
Se hizo mundialmente conocida cuando el vendedor de tejidos, Levi Strauss, y el sastre Jacob Davis, crearon el primer pantalón vaquero con remaches de cobre, para reforzar los puntos de máxima tensión.
En alguna ocasión el genio Yves Saint Laurent se lamentó de no haber sido él el creador del vaquero, un tejido que Karl Lagerfeld subió a la pasarela de Alta Costura de París en 2006.
Esta temporada se lleva el denim en total “look”, es decir de pies a cabeza.
Sastre blanco y estampado de camuflaje
Otra prenda que arrasa es el traje sastre de color blanco, a imagen y semejanza del creado por Yves Saint Laurent y de los modelos que los lucieron más especialmente: Catherine Deneuve y Bianca Jagger.
Ahora, Gucci, Victoria Beckham, Hermés, Bottega y Venetta los versionan con grandes botones, con un patrón más masculino o bien con cortes asimétricos.
Los diseñadores también rescatan la estética militar para combatir el día a día. Chaquetas milicianas, saharianas, camisas guerreras, pantalones cargo con bolsillos, sudaderas, vestidos camiseros cerrados por delante con botones, chalecos con tachuelas o monos, todos ellos en tonos verde militar, beige, tierra, camel o estampados de camuflaje.
Moda a tus pies
Si miramos a los pies, las sandalias de gladiador con tiras que van del tobillo hasta la rodilla son el calzado del momento, según han expresado en la pasarela Chloé, Valentino o Hugo Boss.
Junto a ellas, las zapatillas de deporte básicas de color blanco, un calzado cómo el que ha puesto de moda el futbolista, diseñador y modelo David Beckham, que ha lucido con su especial clase unas Stan Smith de Adidas.
Como accesorios triunfan los cinturones “obi”, un fajín ancho, rescatados del tradicional kimono japonés, que sirve para perfilar y definir la cintura.
Por último, los flecos setenteros vuelven para adornar chalecos, bolsos, cinturones o zapatos, una adorno dinámico, divertido y estilizado que cierra el estilismo con toques bohemios.
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