Un ingeniero aeronáutico francés obligado a dejar de correr por sus dolores de espalda ha invertido doce años en desarrollar las zapatillas Enko, un calzado con amortiguadores incorporados que aspira a revolucionar el mercado de la carrera recreativa.
"La carrera genera choques, traumatismos que el organismo acepta cuando se trata de atletas profesionales pero que en caso de personas con lesiones o sobrepeso se vuelven muy difíciles y que hacen que mucha gente abandone el 'footing'", explica a EFE el artífice de Enko Running Shoes, Christian Freschi.
Su zapatilla deportiva integra dos muelles bajo la planta que absorben el impacto del apoyo del pie y devuelven la energía acumulada cuando el talón despega del suelo para lanzar un nuevo paso.
"No liberan la energía hasta que el pie no levanta del suelo para propulsarse y son estables en reposo", comenta Freschi, sobre una tecnología que permite amortiguar hasta 20 milímetros cada apoyo, frente a los 2 o 3 milímetros del calzado deportivo tradicional basado en materiales blandos o cámaras de aire.
Un par cuesta 359 euros (unos 395 dólares) y una zapatilla Enko de la talla 42 pesa 380 gramos e incluye amortiguadores adaptados al peso del corredor y distintas velocidades, desde el paseo a la carrera.
Su peso está en los estándares del mercado, pero su precio dobla al que proponen las líneas de calzado deportivo de grandes marcas.
"No tenemos pensado bajar los precios porque es mucho más difícil de fabricar que un producto de 'running' tradicional", agrega sobre unas zapatillas con unos amortiguadores que "no se degradan jamás" y botones de adherencia en la suela que pueden reemplazarse si se desgastan.
El ingenio "no es un producto terapéutico" sino una zapatilla dirigida a todos los amantes de la carrera recreativa, unos 100 millones de personas en el mundo.
Freschi, de 61 años, se cuenta entre los 9,5 millones de aficionados a salir a correr en Francia y su empresa nació del desafío de superar un obstáculo personal.
Ingeniero aficionado a la carrera durante décadas, a los 50 años aparecieron unos problemas de espalda que preocuparon a los médicos: "Me dijeron que tenía que dejar de correr", comenta.
Instalado en Villepinte, Frechi había desarrollado su carrera profesional en el ámbito de la aeronáutica y disponía de las herramientas necesarias y de los conocimientos en mecánica y materiales para diseñar unas zapatillas que le permitieran volver a hacer "footing".
"Tras decenas de prototipos y miles de kilómetros de pruebas", en 2008 se dio cuenta de que su calzado también podía convertirse en un producto comercial viable.
Registró la primera patente y lanzó una campaña de microfinanciación (crowfunding) en internet con la que reunió 95.000 euros (unos 105.000 dólares). Entonces dirigió su investigación hacia la industrialización del proceso de fabricación, que actualmente se desarrolla actualmente entre Italia y Francia.
"No venimos del mundo del calzado, quizá por eso hemos llegado a hacer un producto de ruptura", resume Freschi, cuya empresa ha sido seleccionada para representar a las 30 mejores "start-ups" en el Consumer Electronics Show (CES) que se celebrará del 6 al 9 de enero en Las Vegas, donde presentan sus novedades marcas como Google, Audi o Microsoft.
Las ventas de Enko arrancarán en 2016 con 1.000 pares de zapatillas mensuales, su máxima cadencia de producción hasta el momento, y estarán disponibles en cinco colores (blanco, amarillo, magenta, azul y negro) que se comercializarán a través de internet, antes de llegar a las tiendas físicas en 2017.
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