La popular modelo de talla grande Tess Holliday saltó a la fama al convertirse en la primera mujer de su peso y tamaño en ser contratada por una prestigiosa agencia de modelos.«Muy emocionados de anunciar que ahora representamos a la modelo y bloguera de talla grande Tess Holliday», anunciaba en Twitter la agencia basada en el Reino Unido Milk Management.
Desde entonces la joven de 29 años, no ha parado de trabajar. Antes de su gran contrato, ya había dado sus pasos en el modelaje realizando una campaña para la compañía de cosméticos Benefit y posando para las páginas de la revista Vogue Italia.
Pero no todo ha sido un camino de rosas para Tess, la modelo fue víctima de bulling en la escuela, «me empujaban contra los lockers, me insultaban», confesó. «El modelaje realmente me ayudó con mi autoestima. Empecé a verme como, 'soy realmente bonita'», contaba emocionada. Pese a todo como ha ido demostrando a lo largo de su vida, su fortaleza no le permitió rendirse y se atrevió a colgar sus fotos en la web Model Mayhem. Decisión que cambió su vida.
Quererse en lo primero
Hoy Tess es una modelo reconocida que ha superado los obtáculos del camino con éxito y continua dando ejemplo de la seguridad en sí misma huyendo de los estereotipos creados por la sociedad y de los complejos.
Recientemente, Holliday, ha desvelado a «Daily Mail» que su secreto para sentirse encantada y más segura con su cuerpo es «desnudarme y colgarlas en mi red social, me sube la autoestima», cuenta. La modelo, que tiene una talla 22 veces mayor a la XXXL que se venden en la mayoría de tiendas, dice que su forma de combatir los comentarios ofensivos es sacarse fotos desnuda o semidesnuda y publicarlas en su cuenta de Facebook e Instagram.
«Me di cuenta de que actuando así me ayudaba a sentirme mejor, antes pasaba demasiado tiempo contestando a todo el que se metía conmigo. Ahora, esta técnica me viene mejor», dice. Aunque matizaba «también es cierto, que desde que mi madre vive en mi casa, junto a mi marido y mi hijo, lo hago menos porque lo le gusta demasiado...», termina diciendo una divertida Tess.
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