Entre tantas voces discordes con Melania Trump en el gremio de los modistos, Giorgio Armani (82 años) acaba de mostrar de modo público y notorio su apoyo a quien, a partir de mañana, se convertirá en primera dama de EE.UU. Durante la Semana de la Moda masculina de Milán, ha afirmado que él no tendría problema alguno en trabajar para Melania Trump (46): «Por mi profesión, trato de vestir a mujeres bellas, y Melania lo es. Así que, si ella me pide un vestido, ¿por qué no hacerlo?». Con esta declaración, Giorgio Armani, icono del made in Italy, ha roto el cerco en torno a la exmodelo eslovena levantado entre buena parte de los directores creativos de las más destacadas firmas de moda.
La escasa simpatía de algunos estilistas hacia la tercera esposa de Donald Trump se hizo evidente después del triunfo electoral de este, cuando Melania manifestó que deseaba ser «la primera dama con más glamur desde los tiempos de Jackie Kennedy en la Casa Blanca». La declaración no gustó y a muchos les pareció fuera de tono, por más que pusieran en valor la belleza de Melania. Al fin y al cabo, Jacqueline Kennedy era otra cosa: tenía un estilo propio, que se convirtió en icono de una época. Tras su exitoso viaje a París en 1961, Jackie conquistó a De Gaulle, y su marido, el presidente John F. Kennedy, llegó a admitir: «Soy el hombre que ha acompañado a Jacqueline Kennedy a París y lo he disfrutado».
Tom Ford
Entre los primeros diseñadores que han rechazado vestir a Melania destaca el influyente Tom Ford, quien ha subrayando que la primera dama está demasiado lejos de su gusto estético. Sin embargo, el diseñador y director de cine texano también ha precisado que no se trata de una cuestión personal: «Creo que el presidente y la primera dama deberían usar ropa de precio asequible para todos los estadounidenses y hecha en América. Mis vestidos están fabricados en Italia y son muy caros. No creo que la mayoría de los ciudadanos de nuestro país se puedan identificar con esos vestidos», ha manifestado Ford. Otros que no han ocultado su rechazo a Melania son Humberto Leon, director creativo de Kenzo, y la estilista francesa Sophie Theallet, quien incluso invitó a sus colegas a boicotearla.
Pero, más allá de Armani, la esposa de Donald Trump sí tiene quien la defienda desde Italia: los diseñadores sicilianos Domenico Dolce y Stefano Gabbana. Hace unos días, este último publicó en Instagram una foto de Melania con un vestido negro muy sexy de Dolce & Gabbana que había lucido en la gala de Nochevieja en Palm Beach: «Gracias, Melania Trump», fue su mensaje, que, por cierto, recibió algunos comentarios indignados.
Por su parte, el «rey Giorgio» -conocido así en su país natal por su tremenda influencia- va más lejos y hasta ha manifestado cierto aprecio por los Trump. En sus declaraciones a los medios sobre el nuevo presidente electo asegura que este «ha mejorado físicamente, tiene menos flequillo y un modo de presentarse más discreto; cabe desear que los americanos lo juzguen, a partir de ahora, por lo que haga». Además, según Armani, en quienes lucen sus creaciones pesa más la buena cabeza que un cuerpo espectacular: «La cabeza determina el comportamiento y el encanto. En la ropa de diseño entran en juego muchas emociones, pero me gusta pensar que es la inteligencia la que la ilumina».
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