Diseñadores latinoamericanos emergentes pero de alto vuelo, junto modistos que representan marcas de lujo tomaron la pasarela de Latin Trends en Santiago de Chile, un instancia creada para promover la internacionalización de la moda de la región.
Entre las muestras, que fueron un anticipo de las colecciones para la primavera y el verano austral, destacó la de la mexicana Pineda Covalín, plagada de sedas multicolores con adornos en pedrería.
Vestidos entallados, con profundos escotes, espaldas descubiertas y amplios faldones que remarcaban la cintura, fueron de la tónica de los diseños.
Pero no sólo para ellas. Un golpe a la cátedra fue un traje de seda masculino en tonos celestes tornasol, que no dejó a nadie indiferente.
La marca brasileña Lenny Niemeyer también se hizo presente con una fresca muestra de prendas en delicadas sedas y gasas fucsias y amarillas.
Amplias blusas combinadas con "shorts" o vestidos largos que dejaban un hombro descubierto o se abrochaban con dos soportes en el cuello llamaron la atención por su simpleza y buena factura.
La española Lorena Garcianera es la productora general de esta tercera versión de Latin Trends, un evento que al margen de los desfiles de moda organiza ruedas de negocios entre sus participantes.
"Nuestra idea es que estas marcas y los diseñadores emergentes puedan expandirse más allá de la región y ser capaces de salir al mundo", dijo Garcianera a Efe. Chile ha sido escogido como la plataforma de negocios para que la moda producida en Latinoamérica ser torne exportable a distintos mercados. "Ahora estamos armando un proyecto para irnos a Argentina, Canadá e Italia", cuenta con entusiasmo Garcianera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario