Por sus prendas se anhela, se codicia y se paga lo que no está escrito (y si no que se lo digan a Richard Burton). Las subastas más famosas de la historia han alcanzado precios inigualables por vestuario y calzado de personas ilustres. Este es el repaso a los clásicos más bellos (y escandalosamente caros).
Las grandes casas de subastas, por tradición y por solera, se congregan en la capital del Támesis. Allí se presentan lotes de arte clásico, arte contemporáneo y joyas únicas. Y el mismo proceder sigue con el ritual, masa en mano, desde que se establecieran a finales del S.XVIII nombres como el de Sotheby’s.
Christie’s o Bonham’s. El tiempo y el buen hacer les han reservado un lugar privilegiado en el ranking de casas de subastas más importantes del mundo. Pero existe un lugar donde el sol cada mañana brilla más: es la costa oeste americana y allí sólo hay un Dios: el showbusiness.
Actrices, cantantes, directores, productores; juntos y revueltos en las colinas de Los Ángeles, lanzando alto y claro un mensaje audible en todo el mundo: el glamour empieza en Hollywood y ninguna como ésta es tan rentable fábrica de mitos. Biografías de grandes divas, películas que marcaron la infancia y prendas que cristalizaron una época son tres de las variables que aportan valor a la subasta. Después está el sonsonete de la cultura de pop, que de tanto redundar en el tema añade un plus de valor. La casa de subastas Julien’s Auction es el gran referente del sector celebritie. Allí se han vendido los vestidos de Marilyn, los guantes de Michael Jackson y las gafas de sol de Bono. Escalofriantes cifras por prendas que alguna vez vistieron los ídolos. Y que algún fanático seguidor está dispuesto a comprar.... A la de uno, a la de dos...
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