La organización de la séptima versión del Bolivia Moda está marchando a ‘toda máquina’, y, obvio, tiene que ser de cocer, pues los artistas de este evento, los diseñadores, están dando las últimas puntadas a sus creaciones que presentarán en la luminosa pasarela de este evento.
Este año serán ocho los nuevos creativos, algunos de ellos bien jovencitos, que con mucha ilusión mostrarán sus prendas, de alta costura, gala y de ‘moda urbana’, que se pueden vestir de acuerdo a la ocasión.
Si bien ya tienen recorrido en la ruta de la moda, esta es su primera vez en la cita de Pablo Manzoni. Coinciden en que están ansiosos, pues ya quieren que llegue el día de ver sobre la pasarela a las modelos luciendo sus prendas.
Ariel Canido y Elizabeth Núñez
Estos dos jóvenes se han unido en una actividad que dicen los apasiona: la moda. Han creado una colección casual chic porque consideran que una mujer no necesita ir a una fiesta para estar elegante, y es por ello que crean esta propuesta, de prendas bonitas y femeninas. Los tonos que tienen sus trajes son contrastantes, desde el fucsia hasta el celeste, del verde al amarillo, una atractiva mezcla cromática.
Bernarda Peláez
Actualmente se encuentra en EEUU y llegará unos días antes de su desfile. Su colección se llama Piel sobre piel, está inspirada en la figura femenina, en una mujer glamurosa, clásica y moderna a la vez. El propósito de estas prendas es realzar la figura de la mujer, que se sientan cómodas, como si se tratase de su segunda prenda. Los trajes están elaborados con telas de encaje, satén y raso, en colores como el negro, dorado y rojo, que representan el sol, el amanecer y la noche.
Ronald Reynaga
Lleva varios años creando elegantes vestidos, que son utilizados por modelos y reinas de belleza. En esta ocasión presentará su colección Glamour, integrada por ocho piezas de lujo, vestidos bordados, con drapeados y faldas abullonadas. Sus líneas son estructuradas, las que resaltan la figura femenina. Para esta muestra escogió finas telas, como el chantú, la organza, el raso suizo y el tafetán, con las que creó lujosos vestidos.
Úrsula Cabrera
Su colección lleva un insólito nombre, Olor a guayaba, y lo escogió por lo que significa esta fruta tropical, que tiene un aromático olor y atractivos colores. Sus vestidos sugieren libertad y alegría, para la mujer que no se complica con nada, pero que también es moderna. Ha utilizado gasas, linos y sedas, en tonos guayaba, tostados, blanco, negro y estampados.
Fernanda Haderspock
Moda urbana y trajes de gala integran la colección de esta joven diseñadora, cuya paleta de colores vuelve a la década de los años 50 y 60. Sus creaciones son fluidas, con telas que vuelan al caminar de la mujer que los luce, y aunque son algo descontraídos, tienen un toque de elegancia. Llevan un poco de bordados, solo lo necesario, para dar brillo a la prenda.
Jimena Romero
Ha fusionado dos conceptos en su colección: el mix and match y los años 60, que dieron como resultado prendas elegantes para mujeres modernas. Son trajes pret á porter para la temporada otoño-invierno, en el que predominan los tonos azul noche, negro y los tonos neutros, que se pueden usar de noche.
Luis Daniel Ágreda
Arena se llama la colección de este novel diseñador. Se inspiró en el movimiento de las arenas de una duna, cuando el viento sopla sobre ellas. Sus vestidos son modernos y femeninos, para las mujeres que se atreven a dejar lo convencional por lo osado, pero al mismo tiempo elegante. Utilizó algunos bordados, botones, cordones y cinturones de cuero. Son prendas ‘ready to wear’, listos para llevar, en tonos amarillo, calipso, fucsia y arena.
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