Los protagonistas de la gala 56ª de los Grammy pasarán a la historia por sus trajes (¿o disfraces?) y por sus actuaciones sobre el escenario.
Lorde, la cantante neozelandesa, dará que hablar por un buen tiempo, por los dos gramófonos que se llevó a mejor actuación solista de pop y canción del año, pero también por sus atuendos góticos que le valieron comparaciones con los integrantes de la familia Addams.
No menos llamativo se mostró el dúo ganador de la noche, Daft Punk, que demostró que domina la originalidad; mientras que Pink, Katy Parry y Kacey Musgraves fueron audaces a su estilo.
El momento más intenso de la noche fue sin duda el matrimonio colectivo de 33 parejas ante el mundo, a las que Madonna y Macklemore, simbólicamente ofrecieron un recital
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