Los pendientes de aro son uno de los accesorios más favorecedores y que nunca pasan de moda
Cuesta creer que los pendientes de aro, un complemento que no pierde nunca ese aire de frescura, acompañan a hombres y mujeres desde la Edad del Bronce, en torno al 3000 a.C. Por aquel entonces, se creía que adornar las orejas ayudaba a mantener alejados los demonios. Cuando se pusieron de moda en los 70, el espíritu y la intención
eran otras. Constituían el broche de oro del look disco, y las mujeres los lucían orgullosas en un sinfín de tamaños durante el día y la noche.
Desde entonces, son un básico en el joyero femenino, lo único que cambia en función de las temporadas es su grosor y tamaño.
Entonces aprovéchate de su efecto favorecedor y hazte con unos medianos, como los de Diane Kruger, o unos extra grandes, como los de Rosie Huntington-Whiteley. Si ninguno te convence, echa un vistazo a estas otras imágenes en las que queda patente que los pendientes de aro sientan bien sea cual sea la forma de la cara, el peinado que lleves o lo que hayas decidido ponerte.
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