La modelo estadounidense sigue la estela de Heidi Klum o Miranda Kerr. Dejará de trabajar para la firma cuando se acabe su contrato.
Puede que el pasado noviembre, en esa horrible encrucijada por elegir entre Chanel o Victoria’s Secret por la que tuvieron que pasar modelos y paladines de la industria de la moda, Karlie Kloss eligiera convertirse en ángel y pasar de Salzburgo. Puede incluso que creyéramos verla en su salsa, entre los delfines avispados que recorrieron tamaño espectáculo en un desfile que cambiaba su asiduo Nueva York por una mayor repercusión económica en Londres, y que disfrutáramos lanzándose miradas con su amiguérrima Taylor Swift mientras una cantaba y la otra caminaba con soltura.
Pero no, Karlie Kloss no quiere seguir siendo un ángel. Así lo ha contado Ed Razek –CEO de la firma de lencería, aludiendo a una reunión que ambos tuvieron hace varios meses y en las que ambos hablaron “de lo que esperaba hacer con su carrera y su vida”, según ha concedido a US Weekly.
Kloss comenzaba a ennoviarse con Victoria’s Secret en el desfile de 2011. Dos años más tarde se convertía en Ángel oficial, desfilando en Nueva York, y desde entonces no ha faltado a uno solo de los espectáculos de la firma. Tras el abandono, dos motivos: estudiar en la universidad NYU –con la ayuda de su amiga y mentora, la supermodelo Christy Turlington– y centrar los trabajos para el tiempo que le reste disponible.
“Seguiré trabajando a tiempo completo. Tengo muchos objetivos y no se trata de frenar o calmarme”. Esto hace que 2015 sea el último contrato de Karlie, aunque no de la amistad con Victoria´s Secret. “Decidimos que no iba a tener el tiempo suficiente para dedicarse de lleno a sus alas, así que pensamos en terminar cuando acabe su contrato. Karlie es única, es una gran amiga, y alguien a quien admiro y quiero. Es, sin duda alguna, una de las mejores modelos de la historia. Pero es una mejor persona. Su futuro es ilimitado y estoy emocionado por ver hacia dónde le lleva la vida. Karlie Kloss siempre será un ángel para mí”, cuenta Razek.
Su nombre se suma al de Miranda Kerr, que hacía lo propio en 2013, alegando “evolución natural”. La modelo reconocía que llevaba “trabajando como modelo desde los 13 años, y llega la hora de entrar en una nueva fase”. La precedían iconos de otra era como Stephanie Seymor y Helena Christesen, Laetitia Casta o Heidi Klum (una de las despedidas más sonadas) y la seguía Lindsay Ellingson y Karlie ahora.
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