Una veintena de desfiles, divididos en dos pasarelas, y veinte "showrooms" dirigidos por grandes marcas nacionales e internacionales atraen a amantes de las tendencias y la moda que por estos días se congregan en el centro de exposiciones La Rural, de la capital argentina.
"Somos como unos adolescentes, estamos como en la edad del pavo. Nos falta muchísimo por crecer, muchísimo por madurar", dijo a Efe el diseñador argentino Pablo Ramírez al hacer un balance del grado de evolución de la industria de la moda en su país.
Ramírez, cuya colección fue la primera en presentarse, espera más alianzas público-privadas para hacer "que el diseño verdaderamente avance y crezca" en Argentina.
"El mundo no puede consumir alta costura y yo, como diseñador independiente, trabajo en una escala que se parece más a eso pero, a mí, la verdad es que lo que me interesa es que todo el mundo pueda acceder a lo que yo hago", señaló el modisto.
Para el diseñador, la industria local debe mirar a Brasil como modelo "ideal" a imitar.
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