A la cita llegaron las nominadas a los galardones y las invitadas con sus más esplendorosos trajes. Ese fue el caso de la gran triunfadora de la gala musical, Taylor Swift, quien para la ocasión lució un conjunto de la firma Versace en naranja y fucsia.
Lo llamativo de la ganadora de tres de los principales premios, entre ellos el de Mejor Álbum del Año por 1989, fue su nuevo corte de pelo, una media melena a lo “Wintour” que enfatiza todavía más su papel de “novia de América”, se lee en el portal electrónico de El Mundo.
Su gran amiga, Selena Gomez, acertó también con un diseño de Calvin Klein en azul noche de pailletes, con un original escote triángulo y con espalda al aire. Es llamado el look beauty (estilo belleza), también muy acertado con el cabello suelto y un maquillaje marcado en los ojos, describe el sitio de moda de La Vanguardia.
Pero éste no fue lo único llamativo en cuestión de imagen en la 58 edición. La velada igualmente será recordada por el tributo que Lady Gaga le rindió al músico y compositor británico David Bowie, quien ejerció a su vez de actor, productor discográfico y arreglista. El homenaje comenzó en la alfombra roja, con un desorbitado estilismo firmado por el reconocido diseñador Marc Jacobs.
También fue una sorpresa la ausencia del sensual clan Kardashian y de la cantante Rihanna, quien canceló su presentación por problemas de salud, así se comentó en varios portales como 24 Horas de Chile.
No dejó de atraer miradas y comentarios el excentricismo entre las invitadas, quienes asumieron riesgos al elegir un estilo para la celebración. Cantantes como las estadounidenses Z Lala y Manika destacaron por sus elecciones en el vestir más que por otros aspectos, pues la primera llevó una suerte de tubos a manera de traje y la segunda, un tul sobre un bikini.
No es todo, las rajas a la derecha y a la izquierda de los faldones, unos ceñidos y otros amplios, dejaron ver sin reparos mucha pierna en el paso sobre la red carpet.
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