lunes, 14 de enero de 2013

Beatriz Canedo Patiño: La mujer que cambió el look de Evo

Beatriz Canedo Patiño sube unas angostas gradas de madera, forradas con una desgastada alfombra azul, que conducen a su atelier, después de constatar que todo está en orden en la boutique instalada en el primer piso del edificio en la avenida Arce de la sede de Gobierno. "Por aquí pasó la reina Sofía de España", relata, agachándose para no chocar con el techo, ya camino a sus verdaderos dominios, el taller de costura en el que una treintena de sastres le están dando forma a los elegantes trajes de lana de alpaca, el camélido propio del occidente al que le debe su fama y prestigio.

Muchas de las prendas que están confeccionando irán a parar al guardarropa de alguna dama de la sociedad paceña, pero también al ropero del primer presidente indígena de Bolivia.

La denominada ‘reina de la alpaca’ pasa allí más de 12 horas diarias, al igual que su gente, la mayoría de ellos hábiles artesanos que se encargó de reclutar en la zona de El Alto. Antes, cuando tenía su boutique en Nueva York, bajo el nombre de Royal Alpaca, sus colaboradores hablaban italiano; ahora no se trata de las mismas personas, sino más bien de rostros morenos y hábiles manos. Miden, dibujan con tiza pastel y cortan, bajo la atenta mirada de Canedo Patiño, que unos metros más allá tiene su escritorio en una habitación de tres metros de largo por dos de ancho, la misma que comparte con su administrador, donde todo es muy austero, en contraste con la fama que la precede.

Dicen que nació en cuna de oro, que estudió Moda en París y que su ropa se vendió en las afamadas tiendas Bloomingdale's, en la Quinta Avenida de Nueva York y en el exclusivo distrito californiano de Beverly Hills. Ella no confirma ni desmiente: "Si te digo cuántas trabajadoras del hogar había en mi casa, qué horror, te caes de espaldas, no me gusta alardear”. Pero lo que quizá pocos saben es que la mujer, que habla con un marcado acento inglés, dueña de una distinción y elegancia innata, fue vendedora de perfumes y guía turística en París. "Con eso pagué mis estudios", confiesa con orgullo.

Cada vez que entra una clienta, ella se afana para atenderla, la vence su genio y corre a dar órdenes: “Fíjese en el entallado, este hombro está más bajo y no me gusta para nada esto de acá... maestro Sergio, hay tela en exceso..."

Hija de un acomodado matrimonio, estudió en parís y su marca se ha vendido en tiendas de Bloomingdale’s y Beverly Hills




Mientras da órdenes, tres filas de personajes la observan desde sus marcos dorados. Se trata de fotos de famosos que acompañan las notas de personalidades que le agradecen por alguna prenda exclusiva. Se ve sonreir a la ex primera dama de EEUU Hillary Clinton, también el ex-presidente francés Jacques Chirac o la reina Sofía de España, entre otros. Todos ellos están ahí como prueba de que lo que se cuenta no es mentira, la diseñadora ha vestido a miembros de la realeza, gobernantes y otras personalidades.

Ataviada íntegramente de negro (está de estricto luto por la muerte de su madre, hace cuatro meses) y con su inconfundible melena corta bien peinada repasa su vida y sin proponérselo recorre también la vida política del país, desde la década de los 60, cuando a sus 13 años salió de Bolivia para fijar residencia en California (EEUU), porque eran tiempos convulsionados por las dictaduras (su padre, David Canedo, trabajó para el Gobierno), hasta cuando en 2003 se le fue su principal clienta, la ex primera dama Ximena Iturralde, porque su esposo, el presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, tuvo que salir del país al borde de una insurrección. Luego le tocó vestir a Evo Morales, el dirigente cocalero que arrasó con la votación en 2005 y ganó simpatía en la comunidad internacional al ser el primer presidente indígena.

Elegante y sin corbata
Morales con un saco con detalles de aguayos en tonos tierra bien encendidos




Una traviesa alumna de colegio de monjas
"Mi papi me llamaba ‘diablita’, pienso que tal vez lo decía porque las monjas francesas del colegio Sagrado Corazón me castigaban a cada rato". Por eso Beatriz se describe como una niña traviesa que osaba espiar a las madrecitas porque quería saber qué se ponían debajo del hábito. También reconoce que sus cuatro hermanos optaron por carreras 'serias' y ella es la única en la familia que se hizo ‘artista’.


Asegura que no es la típica diseñadora que dice que desde pequeña soñaba con serlo. En ese entonces en Bolivia nunca se había escuchado de ese oficio. Cree que el hecho de que las monjas la hayan puesto a cargo del vestuario en las interminables obras de teatro en el colegio sembró en ella la semilla de la creatividad y del perfeccionismo, pues recuerda que ya a sus ocho años volvía a planchar la falda de su uniforme que su mucama había dejado lista, porque quería que los plisados estuvieran perfectos.

Lo recibió Benedicto XVI
En esta cita tan importante, el saco tiene detalles dorados





La diseñadora que casi fue política
Una vez establecida en París, a sus 21 años se matriculó en la carrera de Ciencias Políticas: "Tengan en cuenta que eran los tiempos en que la juventud era muy curiosa, no como ahora que nadie se ha enterado de lo que pasa entre Israel y Gaza. Siempre he tenido la inquietud de saber qué está pasando al otro lado del mundo en el ámbito sociopolítico y económico. Debo reconocer que después de un semestre y medio renuncié por completo". Ahora bromea con que su único partido político son los camélidos del altiplano.
Lo cierto es que si tuviera que votar por cada presidente al que ha vestido pasaría de los gobiernos de derecha a los de izquierda, de los defacto a los populares. "No voy a negar que visto a muchos políticos y de todo tipo, es mi trabajo, pero yo no me meto en política", pero también revela que la mayoría de sus clientes de palacio dan el NIT del Gobierno a excepción de Goni y Evo.

Con una vocación diferente
Hija de David Canedo y de Aida Patiño, es la cuarta de cinco hermanos y la única que optó por una carrera artística.



La que viste a los famosos
“He vestido a cualquier cantidad de famosos, ¡uf!, no quiero ostentar... García Meza, 'Tuto' Quiroga, 'Goni' Sánchez de Lozada y a su esposa". La diseñadora dice que Ximena Sánchez de Lozada no se aflojaba sus trajes y reconoce que eso ayudó mucho para que las damas de sociedad quieran vestir con lana de alpaca, porque hace 14 años, cuando volvió al país, estas usaban cachemir y solo su servidumbre la ropa de alpaca. En ese momento, mientras hace esta revelación, se pone un dedo en la nariz haciendo un ademán para dar a entender que se trata de narices respingadas.

Pero la lista de celebridades traspasa las fronteras. "Para Mandela, por su 90 aniversario, hice una capa que tenía bordada la palabra Madiba (el nombre por el que también es conocido en África), me la encargó la Fundación Mandela, a través de sus representantes en Bolivia, para llevarle de regalo".

Otra personalidad fue el Papa Juan Pablo II: "El nuncio Passigato llevó hasta el Vaticano una capa larguísima para su santidad Juan Pablo II. Sé que unas monjitas polacas han hecho un museo con algunas de sus pertenencias, espero poder ir algún día allá y ver si está esa capa que con tanta emoción elaboré".

Entre sus exclusivos clientes también figura la reina Sofía, que le compró muchas prendas. "He confeccionado bastantes cosas para la realeza española, podría decirte que casi para todos ellos, pero en honor a la verdad, a la única que me falta es Letizia".

Y los ojos delineados delicadamente con lápiz negro con suficiente rimel en las pestañas le brillan más cuando recuerda que Hillary Clinton, siendo la primera dama de EEUU, se vistió dos navidades seguidas con la capa roja que le hizo para encender el arbolito en la Casa Blanca.
Pero el que figura entre sus clientes más galantes y elegantes es Jacques Chirac: "Es todo un caballero y debo decir que exquisitamente vestido. Sus pantalones caían perfecto, recuerdo que me besó la mano y se compró muchas chalinas".

Estrechó la mano a Sofía . Esta vez, el saco es azul oscuro y en el aguayo predomina el rojo



Evo fashion
En 2006 se dio un acercamiento entre la diseñadora de élite y el mandatario boliviano. "Me convocaron, no puedo decir quién, yo tenía un viaje a Alemania y lo postergué y trabajé arduamente porque solo me dieron dos semanas. Estaba histérica porque no fue uno, fueron varios pedidos", recuerda y recalca que ella en persona se encargó de guardar el secreto, a pesar de que nadie le pidió discreción. "Cuando uno lleva tantos años en esta área, vistiendo a grandes personalidades, ya sabe lo que le toca, no hace falta que le digan. Yo confiscaba celulares para que no se filtre nada sobre los diseños, la prensa se volvió como loca, quería saber quién estaría a cargo del vestuario de Evo Morales para su posesión y nada salió de mi boca. Recuerdo que en la transmisión de mando una periodista anunció que no se sabía quién lo había vestido y me puse chocha porque soy discreta".

Como empresaria boliviana, ella cree que es importante que el presidente use lo que se produce en el país. "Me gustó que (Evo Morales) me diera total libertad artística, sus únicas especificaciones fueron ‘no corbata’ y ‘quiero identificarme con la cultura aimara’. Eso me pareció maravilloso porque él ha podido ponerse un terno de Hugo Boss”.

La ‘reina de la alpaca’ se sincera y revela que cuando la buscaron no tenía idea de qué iba a diseñarle y recuerda que después del pedido se quedó temblando. “El resto es historia, todo el mundo ha visto mis diseños, modestia aparte, espero que reconozcan que yo fui la que ha creado el ‘Evo fashion’", esto último en alusión a otros sastres que se han atribuido el estilo que luce el presidente boliviano y que tanto interés ha despertado.
Sobre la famosa chompa de Evo, aquella con la que el presidente casi dio la vuelta al mundo, recorriendo desde palacios de Gobierno en Europa hasta la ONU, se apresura en aclarar: "Nada que ver, yo no fui la que confeccionó aquello. Además, no es de alpaca, es acrílica. Por favor, yo no soy la culpable, le tengo sicosis a esa chompa, me tiembla todo".

La diseñadora paceña admite la versión de que el mandatario estaba extenuado para la toma de mando: "Fue muy amable, pero se caía de cansado por sus viajes. Recuerdo que agarré del cuello a su asistente y le dije: lápiz y papel señorita, y apunte esto, esto, y esto. La voy a llamar pasado mañana para asegurarme que compró lo que le estoy sugiriendo para que vista el señor presidente".

Cuenta que luego entregó bocetos de sus diseños para que elijan uno y ella en persona consiguió los textiles aimaras de más de cien años para ponerlos como aplicaciones en el saco de bebé alpaca de Morales. Los encontró en Pelechuco y un antropólogo de la Universidad Mayor de San Andrés le certificó que lo usaron jefes de las comunidades en antiguas ceremonias.
Después, mucha gente empezó a copiar el look de Evo y, si bien a la diseñadora le molesta que la imiten, en esa oportunidad se sintió feliz de que se haya generado fuentes de trabajo.

¿Cuántos trajes de diseñador tiene el presidente Morales? Esa información no va a salir de la boca de Canedo Patiño. Aunque pareciera que se trata de un solo traje que el mandatario repite en cuanta ocasión solemne tiene, la creativa confirma que son varios, todos en la misma línea y en diferentes tonalidades. También le confeccionó dos camisas 100 % algodón pima (es peruano y el más fino en el mundo).

Todo su esmero, atención personalizada y exclusiva le valió otro sobrenombre que no se atrevieron a ponerle ‘royals’ ni personalidades del mundo. Para el presidente Evo Morales ella, más allá de ser la ‘reina de la alpaca’ es la 'compañera Beatriz'.

El sastre Sillerico también viste a Evo

“De vivir en América del Norte, el sastre de origen aimara tendría seguramente menos trabajo. Apenas un cliente de renombre cada cinco o diez años. Pero en Bolivia, en más de cuatro décadas como creador, ha visto desfilar por la pasarela del poder a casi 30 gobiernos de diferentes siglas y colores”.

Este es uno de los párrafos de la crónica que el español Álex Ayala Ugarte dedica a Manuel Sillerico, el hombre que, a su entender, le ha hecho la mayoría de los trajes a Evo.


Este relato se ha publicado en el libro Los mercaderes del che y otras crónicas al ras y en varios diarios porque hay interés por saber quién es realmente el autor del ‘Evo look’.


Sillerico también vistió a muchos expresidentes, pero cree que Evo puso de moda la tela de aguayo de los indígenas.



CÓMO SE DIERON LAS COSAS

1985. Comienza su carrera profesional como diseñadora, siendo la pionera a escala mundial en la confección con lujosas telas de camélidos al crear colecciones completas para hombre y mujer.

1987. Después de trabajar para afamados modistos en París, como Michel Daniel. Fundó la casa de diseño Royal Alpaca Inc.

2006. Fue posesionado el primer presidente indígena de Bolivia y a Canedo Patiño se le encomendó vestirlo elegante, pero sin corbata.

BOLIVIANA ENTRE LOS FAMOSOS

Moda contra el sida

En 2005, Beatriz fue elegida para llevar el vestido de la lucha contra el sida, que se convirtió en una especie de grafiti sobre el cual estamparon su firma muchos famosos, como Elizabeth Taylor, Sharon Stone y Liza Minelli.

En su gira por Latinoamérica, la diseñadora paceña se sumó al grupo de famosos.

El vestido fue subastado en un millón de dólares.


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