La expectativa era grande, dado que estas reuniones tienen lugar pocas veces al año, y sobre todo, el mundo fashion quiere ver de cerca a las reinas, dos de las mujeres más elegantes del mundo.
Máxima deslumbró con un vestido color caoba con peplum, pamela a tono, un llamativo collar con piedras puntiagudas, guantes Marrones y sombrero a juego, zapatos bicolor de cuero y piel y cartera sobre del mismo tono
Letizia optó por un vestido camisero de doble creppe, de inspiración oriental, botonera frontal, escote en pico y bordados florales y animales en las mangas y la falda, de Felipe Varela. El diseñador español, favorito de la reina, también firma los accesorios: cartera de charol, cinturón de cuero a tono y zapatos de cuero laminado. El color elegido fue un vibrante rojo carmesí, tono que había usado Máxima en un acto oficial el día anterior. Es que es uno de los colores de la temporada y ambas soberanas están muy atentas a las tendencias.
Tras la proclamación de Felipe VI como Rey de España, Felipe y Letizia realizaron cuatro visitas de presentación a los países vecinos, Portugal, Marruecos y Francia, y a El Vaticano. Las vacaciones de verano interrumpieron estos desplazamientos, que se han retomado con el otoño, pero ya a modo de viajes oficiales.
El primer destino en esta nueva etapa ha sido Países Bajos, un estado con el que España mantiene muy buenas relaciones. De sobra es conocido el cariño y la amistad que existe entre los Reyes de Holanda y los Reyes de España, que están encantados de volver a verse una vez más.
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