El deseo de los políticos por ofrecer una imagen popular les lleva en ocasiones a marcar moda. Llamémoslo “El efecto Guerra”, en honor a Alfonso Guerra, y sus famosas chaquetas de pana, de la tienda madrileña Yusty, que le acompañaban en todos sus mítines. Por su culpa, media España se vistió de pana.
Hoy en día, Evo Morales es el nuevo Alfonso Guerra. El líder boliviano, buscando dar la imagen del pueblo llano que le llevó a la Presidencia, ha llegado a convertirse en un icono de moda para diversos países iberoamericanos.
Todo empezó como un reto a los gobernantes europeos a los que visitó en su gira posterior a su elección. La chompa a rayas, rojas, azules y blancas, utilizada en su reunión con el Rey de España le hizo aparecer en toda la prensa mundial. Sin esa chompa, posiblemente nadie se habría enterado de su gira europea.
En Bolivia «la chompa del Presidente» se convirtió en un éxito de ventas y llegó a ser una de las exportaciones más importantes de su industria. Pero Evo Morales ha evolucionado como todo buen “fashionista” y hoy es modelo para políticos y dignatarios de diversos países iberoamericanos. Correa y Lula están encantados con las chaquetas con toques étnicos del nuevo Evo Morales.
Aunque el sastre de Evo Morales es Manuel Sillerico, el mismo que ha vestido a muchos de los anteriores Presidentes de Bolivia, y que confecciona sus prendas especialmente con tela de aguayo, un lujo al alcance de pocos, la verdadera responsable del «estilo Evo» es la diseñadora Beatriz Canedo Patiño, conocida como «la reina de la alpaca». Esta boliviana afincada en Nueva York también ha asesorado a otros personajes políticos como Hillary Clinton o Jacques Chirac y es la creadora de las famosas chaquetas que sobre fondo liso llevan bandas de dibujos, al parecer con motivos tiwanakotas, de las culturas tiwanakota y aimara.
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