Prendas de corte tradicional en tonos sobrios salpicados de naranja, y vivos estampados de las firmas clásicas se ofrecen, junto a las tachuelas y las zapatillas de caña alta de los jóvenes diseñadores, para vestir al hombre de la primavera verano de 2013.
Las grandes firmas que asisten a Pitti Uomo apuestan a partes iguales por el clasicismo y la innovación para conquistar al ansiado comprador, preferentemente asiático o ruso; dos mercados que los expositores de la feria ven como una salvación frente al estancamiento de los públicos tradicionales.
Pitti Uomo es un laboratorio de tendencias donde las firmas con más peso, principalmente italianas, han confiado en las prendas de corte clásico, con especial mimo del patronaje y los tejidos, en su mayor parte diseñadas en tonos grises, ocres o verdes apagados, pero siempre con algún toque de color, en tonos naranjas o rayas marineras.
Es el caso de las propuestas de las firmas Cerruti, Herno, Cacharel, Sarotorio o Schneiders, Tombolino, Castangia, que ocupan los espacios más imponentes dentro del espacio diseñado por la diseñadora española Patricia Urquiola, en el pabellón principal. Los complementos también han brillado con especial presencia por sus llamativos estampados y amplio abanico de colores: corbatas y pañuelos de seda, zapatos y accesorios de piel; pertrechados en vivos colores, fucsia, naranja, morados, rojo, magenta, azul o amarillo.
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