Las botas son un complemento imprescindible no solo por una cuestión estética sino también por la comodidad que brindan en los días fríos y lluviosos.
Los materiales son infinitos, pero sin duda el cuero en sus distintas versiones es la mejor opción. Los tonos tierra están en su auge, con el camel y beige como su principal arma, sin dejar de lado los tradicionales negro y café.
Pueden usarse sueltas y planas, que son más cómodas para el día a día, o un poco más ajustadas y con tacones o plataforma, ideales para las noches.
Su versatilidad les permitirá llevarlas con todo tipo de prendas. Combinalas con calzas ‘strech’ o jeans chupines, faldas o minivestidos ¡y sentite exageradamente bonita en este invierno!
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