ás que nunca, los complementos muestran su faceta más descarada. I

Esta temporada, irrumpen con fuerza las estolas y los cuellos de piel, vistosos complementos que además de suministrar calor en los días más fríos, envuelven a la mujer en una buena dosis de glamour, el mismo que arropaba a las divas de Hollywood.

A TUS PIES

Los zapatos muestran su faceta más descarada y se presentan ataviados con cordones, hebillas metálicas, borlas y flecos.

Con plataforma, tacón fino o a ras de suelo, los modelos de corte masculino tipo “oxford” están de máxima actualidad. Las versiones más felinas llegan con los “print” de leopardo, cebra y pitón, que se instalan en botas altas y también en zapatos bajos. Aunque las botas altas llevan instaladas en la ciudad varias temporadas, este año dejan su huella en casi todos los estilismos. Cómodas de día y de noche, suman enteros junto a diseños inspirados en los sesenta y combinadas con las faldas retro de los años cuarenta, así como las prendas con reminiscencias militares.

Los diseñadores más osados han recurrido al “glitter”, la purpurina y la brillantina con un baño de oro, plata o bronce, para crear botines de tacón, aptos para las almas más roqueras, las que queman las pistas de baile.

EN LA MANO

No olvidemos los bolsos, que colgados al hombro, a modo de bandolera o con cadenas, se presentan en tamaño maxi para guardar todo los “gadgets”.

Para las grandes ocasiones y las noches de gala, los bolsos joya, llamados “clutchs”, se han convertido en objeto de deseo porque tienen la fuerza suficiente para imprimir glamour y carácter al vestido más anodino.

Los diseños más clásicos y rígidos se mezclan con otros más refinados envueltos en un halo “vintage” y adornados con “paillettes”, plumas, perlas o pedrería. Los “clutchs” más atrevidos llegan impregnados de tachuelas metálicas, clavos o pinchos, un guiño muy roquero que marca la diferencia.

Firmas como Christina Louboutin, Alexander McQueen o Miu Miu los presentan con líneas puras y acabados metalizados para enriquecerlos.

Otro símbolo de sofisticación son las carteras, complemento de tarde y noche, de pequeñas proporciones, que requieren salir de casa con lo justo. De ante, piel o satén son las mejores compañeras de la alfombra roja.

Una bendita tentación ...Anillos, pendientes y brazaletes

Los anillos de cabujón, hermosos y luminosos, imprimen carisma y personalidad. Con rubíes, amatistas, esmeraldas o zafiros, las creaciones XXL brillan en la noche. Condición indispensable: llevar una manicura inmaculada.

Los brazaletes con formas de animales causan furor entre las “celebrities”, que no dudan en lucirlos sobre su antebrazo con diseños de alta costura, aunque este versátil y caprichoso complemento también se puede lucir con camisetas y vaqueros, una atrevida opción que arrasa en los ambientes más urbanitas.

En el mercado existe una infinidad de modelos de pendientes largos que nos conquistan. Encargados de alargar el cuello y redefinir las facciones, los pendientes verticales aportan movimiento y dinamismo al estilismo. Son incompatibles con gargantillas y collares, a no ser que se desee un “look” recargado y barroco.

Sinónimo de feminidad, las perlas se han convertido en tendencia. Presentes en anillos, collares, gargantillas, pulseras, relojes, broches y brazaletes, esta esfera blanca es hoy un complemento todoterreno que sirve tanto para enriquecer un vestido de noche como un traje de chaqueta. La diseñadora Coco Chanel las adoraba y veneraba, siempre presentes en sus “look” se han convertido en un arma de seducción.

Entre tanta perla, las gargantillas de materiales rígidos, preferiblemente con un baño dorado, se hace un hueco. La mejor formas de lucirlas es sobre un jersey de cuello de cisne.