También la indumentaria y las aplicaciones informáticas, además de la cosmética, tienen lo suyo para aportar a la hora de proteger de las radiaciones solares ultravioleta (UV), a través de tejidos hi-tech aplicados a camisetas, gorros y trajes de baño, impregnados de los mismos filtros protectores que llevan las cremas y bronceadores.
Es el caso de la línea “solar wear” (abbigliamentoantiuv.eu) que despierta particular interés en países como Australia, donde su población posee una piel en extremo blanca y sensible, y donde el desarrollo de prendas hi-tech para proteger del sol comenzó ya en los años 90.
Pero el negocio se instaura también poco a poco en Estados Unidos y alcanza a varios artículos, desde sombrillas a biquinis pasando por calzados. Algunos exhiben la etiqueta “sun protective clothing”.
Pero más allá de los progresos de la tecnología, los expertos coinciden en sostener que nada protege más que las prendas oscuras de trama gruesa y de lino sintético, como el poliéster. Por el contrario, la ropa hecha con algodón claro y telas adherentes no actúa como escudo contra los rayos solares.
Más allá de la vestimenta, a la hora de cuidar la salud y en plena era digital, la aplicación “solar” para celulares iPhone hace lo suyo a través de “Sole amico”, un instructivo diseñado por Eyecare Commission y la Asociación Italiana de Compañías de Cosméticos.
Se trata de una aplicación gratuita y fácil de usar, que sugiere cómo protegerse del sol en base a los distintos grados de intensidad de los rayos solares UV.
Es, en la práctica, un instrumento que aconseja en tiempo real el modo adecuado de protegerse la vista y la piel, en función de las condiciones climáticas externas (lugar, hora, intensidad de radiación), además del particular fototipo del usuario (color de ojos, tipo de piel, edad).
A partir de esta experiencia, algunas marcas de cosmética especializadas en la comercialización de productos protectores del sol, como Lancaster y Lierac, se volcaron a la tendencia digital para desarrollar sus propias App y trazar diagnósticos.
Las innovaciones no se agotan ahí: un equipo de la Stony Brook University, de Nueva York, desarrolla una píldora que, según prometen, podrá prevenir daños celulares provocados por rayos UV. La esperanza: conferir protección con sólo el consumo regular del medicamento.
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