viernes, 14 de diciembre de 2012
Patricia Rosales, la diseñadora de ´celebrities´
"Los zapatos son un elemento diferenciador y aportan seguridad a la mujer" dice la diseñadora Patricia Rosales, quien confecciona zapatos barrocos y exquisitos de alta costura.
"Trabajo a la carta, aunque hago una colección para orientar a la clienta", explica la diseñadora, quien intenta construir una historia en cada uno de su modelos.
El arte del siglo XVIII, las culturas antiguas, las joyas y las divas del cine son su fuente de inspiración. "Suelo buscar un punto de misticismo en cada uno de los modelos, trabajo cada par de zapatos como si fuera una obra de arte", apunta.
La diseñadora, de 30 años, trabaja mediante cita previa. Primero tiene una entrevista con la clienta, luego toma las medidas del pie en 3D y por último realiza el diseño en función de la carta de colores.
"Mis clientas aprecian que diseñe el zapato a su gusto y casi todas quieren personalizarlos, con hebillas joyas o poniendo su nombre en la suela", explica.
Salir a la calle con unos "patricios" cuesta de 1.000 euros para arriba, aunque teniendo en cuenta que se les puede adornar con hilos de oro, diamantes, brillantes o cualquier piedra preciosa, el precio puede subir cuanto la clienta desee.
Apenas ha invertido en publicidad, su trabajo funciona por el boca a boca. "Creo que todo ha sido producto del azar, de la suerte", dice la española, y recuerda que cuando estaba preparando unos prototipos en Madrid conoció a una princesa árabe que la introdujo en las clases privilegiadas de Oriente.
A partir de ese momento, las puertas de los palacios árabes se abren a su paso. Va de palacio en palacio y las princesas árabes le piden cuñas con plataformas alta y zapatos con cristales de swarovski. "En tan solo un ratito me pueden encargar entre diez o quince modelos", dice.
Según la diseñadora, la mujer de Arabia Saudí sabe perfectamente lo que quiere, conoce la tendencias, sin embargo, la de Emiratos Árabes prefiere que la orienten.
"Me explican lo que no quieren calzar sacando de sus vestidores cientos de pares que no les gustan, que tienen en desuso", explica.
Entre los diseños más peculiares que ha realizado está el de un modelo con el tacón de metacrilato relleno con arena de Bali, "la playa favorita de una princesa", dice la diseñadora, que tarda unos sesenta días en entregar el pedido.
"Me apetece crear otro tipo de zapatos; eso sí, con el mismo espíritu y el próximo marzo sacaré mi primera colección de hombre", cuenta.
Cuando ve a las princesas y las ´celebrities´ con sus creaciones siente una gran "satisfacción" porque las ve sonreír, lo que significa que están cómodas.
"Aparte de trabajar el confort y el diseño, trato de embellecer y estilizar el pie, el empeine y los tobillos, que en cada mujer son muy diferentes", explica.
En tan solo cuatro años ha calzado a mujeres de todo el mundo. Desde aquellas primeras actrices en el Festival de Cine de Moscú hasta la princesa de Asturias, pasando por Madonna, Isabel Preysler, Beyonce, Heidi Klum Nieves Álvarez, Eva Longoria o Naomi Campbell.
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