Llegó a Bolivia para estudiar Medicina y nunca se imaginó que se convertiría en uno de los modelos más cotizados en Santa Cruz. “El modelaje es algo pasajero”, dice, sin embargo él y nosotros sabemos que con ese cuerpo no lo es.
¿En algún momento te imaginaste el impacto que tendrías con los cruceños?
La verdad no lo esperaba, pero cuando se hacen las cosas con dedicación uno siempre gana su espacio.
¿Te considerás el nuevo Ario Freire?
¡No! (Risas). Cada vez que me lo dicen lo tomo por el lado amable, como un halago porque él se ganó el cariño de los bolivianos. Quizá la gente me dice eso porque ambos somos brasileños y también modelos.
¿Sos gay?
¡No! Soy heterosexual. Desde hace un año estoy sin pareja y espero a la persona indicada.
¿Cómo es?
Sencilla, así como yo.
¿Sos metrosexual?
No, puedo estar bien producido en el escenario, pero en mi vida diaria no sucede lo mismo.
Medicina y modelaje, una combinación rara...
Ambas cosas me gustan. Yo vine a Bolivia hace tres años para estudiar Medicina. Primero estuve en Cochabamba y luego decidí trasladarme a Santa Cruz. Un día conocí a Ronaldo Wellington y a la semana me habló para que trabajara como modelo para Almanza. Desde entonces pertenezco a la agencia Body Company.
¿Qué dice tu familia de todo esto?
Están muy contentos. Mi padre siempre me aconseja que me enfoque en mi carrera y mi madre es mi fan número uno.
Ya que te estás formando para ser médico, ¿en qué te pensás especializar?
Estoy en mi sexto semestre y me encantaría estudiar también Siquiatría. Me gusta conocer mucho a las personas
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