Bella durmiente. Con el reloj biológico ajustado y el punto justo de cansancio físico, dormirás como bebé por la noche. Y ese sueño reparador tiene efectos prodigiosos sobre el cuerpo: se activan las hormonas responsables de la recuperación de la piel. “Lavar la cara con agua muy fría por la mañana ayuda a bajar las bolsas. Además con el ejercicio físico a primera hora se acelera la eliminación de líquidos en la zona facial. Por tanto, mejora el aspecto de las bolsas y es una de las soluciones más efectivas contra las ojeras”, señala el oftalmólogo José González Vidal al diario El País.
No complica la agenda. Lo importante es moverse así que todo vale; desde pasear al perro al yoga o el running. El caso es que sea antes de empezar la jornada. “Es fácil crear el hábito de hacer algo de actividad física a primera hora de la mañana cuando la agenda está libre de impedimentos”, señala el profesor Cedric X. Bryant, PhD, doctor en Ciencias del Deporte en el American Council on Exercise. Cualquier hora es buena para hacer ejercicio, pero a medida que avanza el día pueden surgir imprevistos que impidan nuestra ida al gimnasio.
Dormir como un bebé. Levantarse una hora antes para hacer algo de ejercicio mejora la calidad del sueño. El ejercicio por la mañana ayuda a regular el ritmo circadiano. Todo lo contrario que hacer deporte intenso a última hora del día. “Quienes hacen ejercicio por la mañana duermen mejor”, recuerda Bryant.
Mejor rendimiento intelectual. Comenzar el día con una buena dosis de movimiento ayuda a despejar la cabeza antes de que empiece la jornada laboral. Además el ejercicio cardiovascular activa la circulación sanguínea y, por tanto, la oxigenación del cerebro. Según la Organización Mundial de la Salud un estilo de vida activo mejora el estado de ánimo y estimula la agilidad mental. En este sentido, da igual hacer deporte por la mañana o por la tarde, pero tener la mente despierta antes de llegar a la oficina es una ventaja.
Buen humor. El subidón de las endorfinas, esos analgésicos que el cuerpo produce de manera natural, nos regalan buen humor. Que, por cierto, también reducen el estrés y los dolores menstruales. Un estudio liderado por el Dr. Henning Boecker de la Universidad de Bonn corrobora la existencia de las endorfinas y cómo afectan al cerebro. Comenzar el día con esta droga natural ayuda a no agobiarse ante las muchas reuniones, entregas y broncas del jefe.
Activa tu metabolismo desayunando. Para activar el metabolismo, es necesario ejercitarse por la mañana, pero la clave está tomar un buen desayuno (pues si no lo haces, quemarás masa muscular). “Es cierto que el ejercicio en ayunas aumenta la oxidación de grasas pero nuestro cuerpo funciona con glucosa. Entrenar en ayunas favorece el agotamiento de los depósitos de glucógeno corporal y eso provoca fatiga e, incluso, riesgo de lesiones”, señalan Juana Mª González, Julia Farré y otras tres expertas en nutrición más en el libro La Dieta Inteligente para Runners.
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