París es la capital de la Alta Costura y no es para sorprenderse que más de cinco millones de parisinos (la mitad de su población) sigan la moda. En la última Semana de la Moda Haute Couture se llevaron a cabo 27 shows, desde Versace y Christian Dior pasando por Giambattista Valli, Chanel, Giorgio Armani Privé, Givenchy y finalizando con Jean Paul Gaultier y Valentino, entre otros. Damos una vuelta por el mundo de la Alta Costura. Compréndelo de una vez!
Versace y el futuro de la Alta Costura
Abriendo la Semana de la Alta Costura fue la visión futurista de Versace, en la que los vestidos de noche tenían volantes rígidos y se apreciaba minishorts con chaquetas armadas y botas de plataforma por encima de la rodilla. Los colores metalizados con adornos de paillettes y detalles dorados, los escotes balconette y las coletas altas y tirantes han ayudado a conseguir este efecto espacial. Una vez más, Versace ha impregnado con su sello, fiel a un concepto de mujer sexy, atrevida e hiperfemenina.
Givenchy y sus recamados diseños
Riccardi Tisci, diseñador de la casa de moda, se entrega a las técnicas más rigurosas mientras repasa sus grandes éxitos. En el año del dragón, la chica del tattoo estará encantada de probar cualquiera de estos adornados diseños con tantas horas y esmero. Vestidos que apenas sienten en su peso el rigor constructivista del art déco en el que se inspiran. Vestidos blancos, negros, chocolate y tabaco tan contundentes y maduros como contenidos. Se trataba de piel de cocodrilo mezclada con cuentas negras en un estilo que se fusiona con la inspiración punk.
Dior y su look retro
Muchos seguidores aun no perdonan la marcha de John Galliano de Dior y aun se siente su ausencia. Pero en la pasarela de Christian Dior, no se trató tanto de explotar nuevas ideas sino de refrescar las viejas. El diseñador interino Bill Gaytten pareció complacer a los asistentes al retomar el estilo clásico de Dior de la década de los 50, incluyendo conjuntos con chaquetas de cintura entallada, transparencias sedosas y faldas amplias en una colección etérea, típicas de la casa.
Elie Saab y sus princesas pasteles
Elie Saab es el nombre que escuchamos en la alfombra roja estos días. ¿Qué hace a este diseñador libanés tan popular en Hollywood? Sus vestidos son brillantes y fáciles de digerir, y eso demuestra en su nueva colección Couture. Las aplicaciones de cristal, encajes y bordados florales sobre transparencias derrochaban feminidad en la figura de unas modelos que parecían princesitas recién salidas de un cuento de hadas. La clave de todo su éxito: la ligereza. A pesar de su delicado trabajo manual, estos vestidos flotan.
Jean Paul Gaultier y su Amy Winehouse
Jean Paul Gaultier no ha tenido ningún reparo a la hora de rendir homenaje a la fallecida figura del soul. Moños gigantes, eyeliner interminable, lunares marcados... En definitiva, todo lo necesario para resucitar el inconfundible estilo de Amy Winehouse. Triunfaron los cortes que definen cinturas, remarcan el busto y pronuncian las caderas en una auténtica explosión cromática.
Giambattista y su sensibilidad
Una única colección le ha bastado a Giambattista Valli para entrar por la puerta grande en la cámara oficial de costureros. Con esta su segunda incursión en la Alta Costura, Valli ha demostrado que no solamente le avalan sus ilustres clientas. A la vista está que méritos no le faltan para unirse al club de los grandes y con estas ricas propuestas ha compilado toda su sensibilidad y técnica.
El mundo de la alta costura
El origen. En 1868 empezó todo, cuando un grupo de diseñadores fundaron la Cámara Sindical de la Moda -hoy Federación Francesa de la Costura- con el fin de evitar el plagio de sus vestidos.
Definición. El calificativo de Alta Costura se usa incorrectamente en ocasiones para definir una colección de trajes de noche.
Pero va más allá: compromete a las firmas de moda a mantener unos altos estándares de calidad y, a cambio, el diseñador obtiene protección jurídica.
Las exigencias. La Alta Costura exige a los privilegiados que forman parte del exclusivo club de moda presentar dos colecciones al año, en enero y julio, con una colección de unos 50 trajes, emplear a un mínimo de 20 personas en el atelier de cada couturier, utilizar telas exclusivas, marcar el precio de cada pieza entre los 16.000 y los 60.000 euros y confeccionar como máximo tres modelos por diseño.
Los elegidos. La Alta Costura es un club elitista del que solo forman parte una decena de elegidos: Adeline André, Dominique Sirop, Emmanuel Ungaro, Frank Sorbier, Jean Paul Gaultier, Jean-Louis Scherrer, Chanel, Christian Dior, Christian Lacroix, Givenchy. Junto a ellos, Armani y Valentino figuran como miembros extranjeros. Así es la exclusiva denominación de origen de la Alta Costura. Hace menos de un mes se hacía pública la decisión de aumentar a Giambattista Valli.
Lugares de ensueño. Los desfiles fueron apreciados en 15 lugares fascinantes, desde el Grand Palais, la embajada de Brasil, el Museo Bourdelle, el Hotel Shangri-La, los salones Franco-Americanos... En ediciones anteriores el Palacio de Versalles ha sido uno de los emplazamientos más increíbles.
Los regalos. Dos millones de flores se reparten por todo París. El menú oficial consiste en los macaroons de Ladurée, pero la moneda de cambio son las flores. Rosas, claveles, girasoles, margaritas, orquídeas, tulipanes… adornan salones, desfiles y clubes.
Hospedaje. Cuando uno asiste a los desfiles de Alta Costura su residencia debe estar fijada en uno de estos cinco hoteles: el Ritz, el Crillon, el Bristol, el Plaza Athenee y el Costes.
Fashion royalty. Mientras algunos diseñadores han dejado de desfilar en la Semana de la Alta Costura argumentando que las nuevas formas de moda no pueden convivir con esta forma tradicional y artesana de confección, grandes Maisons afirman que quedan suficientes mujeres a las que sí les interesa y que pueden costear estas creaciones.
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