“Tenemos mucha clientela en esa ciudad y por eso me animé a emprender este nuevo proyecto”, comenta Vojkova, quien también está segura que éste solo es el principio, puesto que sus planes son mucho más ambiciosos, ya que pretende crear una cadena de Casas de Novias en todo el territorio nacional.
Para esta diseñadora croata su destino cambió apenas llegó a Bolivia.
Edita nunca imaginó que una simple visita a un país latinoaméricano podría cambiarle tanto su vida; y no es para menos, puesto que este país no solo la acogió sino que le brindó la posibilidad de formar un hogar y de trabajar en lo que ella más ama... el diseño.
Es aquí que cobijada por el cielo nacional Edita pudo dar rienda suelta a su creatividad y poco a poco se especializó en la confección de vestidos de novia.
Un rubro que no tenía competencia por aquel entonces, “bajé del avión con mi máquina de coser, pero jamás me imaginé quedarme a vivir” asegura Edita, mientras relata los motivos amorosos que la embrujaron en estas tierras lejanas.
“Me enamoré” confiesa, algo tímida y risueña a la vez; y fue ese amor lo que la impulsó a desarrollar un oficio, el que poco a poco se fue develando para ella. “Me gusta controlar el trabajo de la Casa de Novias, todo pasa por mis manos y por ello puedo asegurar que cada día nuestra calidad mejora”, asegura.
Y poco a poco esa fama fue creciendo y por ello dentro de pocas semanas Edita contará con una sucursal.
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