Nuestros pies nos transportan de un lado al otro y son una de las partes del cuerpo a que menos atención prestamos. A menudo, usamos calzados inadecuados que nos pueden provocar lesiones irreparables.
El momento idóneo para comprar calzado y probárselo es la última hora de la tarde, pues nuestros pies están cansados y hasta puede que hinchados.
Por ello, podremos adquirilr zapatos que no nos aprieten. Conviene probarse los dos zapatos, ya que es posible que un pie sea más grande que el otro. Usar calzado inadecuado puede acarrear consecuencias: Juanetes, dolores en la planta del pie y en el antepié, deformidades en los dedos, inflamación en los pies, la sangre no circula bien, callosidades originadas por el roce y la presión, inflamaciones en el tendón de Aquiles, dolores en los gemelos y en las rodillas.
El uso de tacones altos provoca no sólo deformidad de la bóveda de la planta, sino que también puede producir un acortamiento de los gemelos y sobrecarga en los dedos de los pies.
Los dedos se aplastan contra la punta del zapato y se deforman en forma de garra. Por su parte, las puntas afiladas hacen que los dedos queden aprisionados y se desequilibren. Es el dedo gordo el que más sufre, pudiendo dar lugar a un juanete. Deformado, rechaza los dedos medios que también se deforman y el dedo pequeño sufre una deformación inversa.
Estos problemas son inicialmente pasajeros, pero el calzado inadecuado puede dar lugar a que sean permanentes.
5 pasos para cuidar los zapatos
Seguro que tu mamá lo ha dicho alguna vez: los zapatos no se deben usar dos días seguidos. Cada mañana te tienes que poner uno distinto. No te asustes, no hace falta que tengas 365 pares, con tener tres, para cambiar todos los días sirve. De esta manera, no se deforman y tampoco cogen olores.
Manteniendo la forma
Si se mojan, mete papel dentro para quitarles la humedad y conseguir que no pierdan la forma.
Compra un cepillo para cada tono de zapato que tengas si no quieres que los colores originales cambien, o se queden a manchas.
Para que no se estropeen
Si son zapatos de piel, lo que más los puede estropear es que se mojen y después los acerques a una fuente de calor o los pon-gas al sol. Así que debe darles alguna crema nutritiva o protectora antes de que eso suceda. Si se mo-jan, deja que se sequen al aire y mete papeles dentro para que no pierda forma.
Manchas y suciedad
¿Te has encaprichado con unos zapatos de antes: Sí, son los más difíciles de cuidar pero está claro que todo el mundo se da algu-na vez el capricho. Tienes que tener mucho cuidado que la suciedad no los impregne. Por ejemplo, una mancha de grasa puede ser muy complicada de quitar, por no decir imposible.
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