jueves, 20 de septiembre de 2012
Jean-François García, diseñador ‘Me quedé en Bolivia por amor’
¿Cómo defines el estilo de tu casa de diseño?
Raza de Bronce brinda una propuesta de diseños centrados en la mezcla de texturas. Eso nos ha permitido dar una identidad fuerte y boliviana a la marca, pero sumada a un diseño europeo, más francés. Es una conjunción de las ideas de mi esposa y las mías.
¿Por qué el nombre?
La idea central es dar una contrapropuesta al mundo en el que vivimos. Trabajamos con productos hechos a mano y la mayoría se hacen acá y no hay la necesidad de ir a talleres en el extranjero para que las prendas sean elaboradas, contamos con el trabajo de gente de acá.
¿A dónde quieres que llegue Raza de Bronce?
Yo sueño con que llegue a Francia. Sería un buen lugar para abrir una tienda, pero eso será paso a paso, por el momento ya exportamos a EEUU.
¿Por qué escogiste Bolivia para desarrollar tus diseños?
En Bolivia hay muchos artesanos llenos de talento, un oficio que ya ha desaparecido en Europa. Acá se trabaja con materiales exclusivos y aún puedes mandarte a hacer un traje a medida. Además, acá me trajo el amor, me quedé en Bolivia por amor, por mi esposa y porque este país es muy hermoso.
¿Cómo era tu vida antes de Raza de Bronce?
Yo me dedicaba al diseño de autos, que no es diferente al de la ropa. Cuando diseñas para autos te metes a un mundo artístico, buscas códigos y eres igual de sensible como con la moda.
¿Cómo surgen los diseños?
Es un trabajo que hago con mi esposa, Erika Aliaga. Juntos nos imaginamos cómo es una prenda Raza de Bronce. Hay muchas propuestas, pero ya hay un ADN, una base simple e identificable; en los detalles de cada prenda es que se transforma el mensaje. Trabajamos con texturas diferentes y contrastes, pero con detalles sutiles y no sobrecargados.
¿Ese ADN hizo que Claudia Fernández los escoja para confeccionar el vestido que lució en Tiwanaku?
Fue estresante hacerlo porque ha sido un acontecimiento especial. Cumplimos con los códigos y lo integramos al acontecimiento y a la tradición. Nos sentimos orgullosos por el vestido que hicimos con toques de Raza de Bronce, detalles que han contrastado en color, diseño y con la capa. El atuendo fue muy especial.
A la hora de hacer un diseño exclusivo, ¿depende mucho de la personalidad de quien lo solicita?
Claro, eso también va en el diseño. Por ejemplo, Claudia es una persona sencilla, agradable y eso se vio reflejado en el vestido que lució en su boda en Tiwanaku.
Las felicitaciones
“Muchos de nuestros clientes diplomáticos también estuvieron en el evento de la boda de Tiwanaku y nos felicitaron por el vestido. Los artesanos que participaron en la elaboración quedaron muy contentos y hasta mi mamá lo vio y le gustó”.
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