¿Cómo te animaste a entrar a una agencia de modelaje? Siempre estuve como modelo independiente, conocí a Álvaro (Hurtado, director de Studio A), conversamos y me convenció de entrar, sentí que ya era hora y ahora estoy feliz.
¿Estar dentro de la agencia es como lo mirabas antes de entrar? Tiene sus beneficios y también sus contras, sabía que tienen reglas que tengo que cumplir, de las cuales no me quejo porque yo soy de la que me pongo reglas a sí misma. Por otro lado, estando con un representante creí que siempre tendría trabajo, pero no es así como crees y aparte no puedes hacer más porque tienes un contrato de por medio.
Para ti, ¿qué significa el modelaje? Es un ejemplo tanto de mujer como hombre, un modelo de inspiración para las demás personas, ya sea en lo físico o intelectual. A veces muchos piensan que con ser bonita y simpática, basta, pero eso no es suficiente en Bolivia, sobre todo en Santa Cruz, es un tema que está muy abierto y gracias a eso es que se mueve mucho dentro del área comercial.
¿Admiras a alguien de la carrera del modelaje? La verdad, admiro a muchas chicas que son modelos profesionales y siempre uno se inspira en alguien, o dices qué bella es esa mujer, qué bonita e inteligente y quiere uno ser así, pero no tengo una en especial.
¿Por qué elegiste estudiar medicina? Porque siento que es mi vocación, desde niña jugaba a ser doctor, seguí los pasos de mi hermana mayor. Además, siempre he querido servir a los demás, ayudar al prójimo y una manera de hacerlo es ayudar a curar a los enfermos. Siempre estaré segura que Dios es el mejor médico y que para él no hay nada imposible porque actúa a través de nosotros. Me encanta la medicina, esto es un arte: el arte de curar.
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